Chubasco en Primavera N° 13 | Page 46

esto que sé. Que nos quiten el poder no destruye nuestra humanidad. Nuestra resistencia es nuestra humanidad. Lxs únicxs que se pierden la humanidad son aquellxs que creen que tienen el derecho de quitarle el poder a otro ser humano. Ellxs son los débiles. Ceder sin desmoronarse es una fortaleza increíble. “Si destruyes a la mujer, destruyes el pa- sado que ella representa”. No permitiré que mi historia sea destruida. Me hu- biese encantado escuchar una historia como la mía. No por culpa. No por reputación, no por dinero, no por poder. Sino, para sentirme menos sola. Para sentirme conectada. Quiero que mi historia se conozca, porque, irónicamen- te, creo que Picasso tenía razón. Creo que podríamos pintar un mundo mejor, si aprendiéramos a verlo desde todas las perspectivas, desde tantas perspectivas como nos sea posible. Porque la diver- sidad es fortaleza. Las diferencias nos enseñan. Si tememos a las diferencias, no aprendemos nada. El error de Picasso fue su arrogancia. Supuso que podía re- presentar todas las perspectivas. Nues- tro error fue invalidar la perspectiva de una niña de 17 años, por creer que su potencial nunca se equipararía al de él. La retrospección es un don, ¿podrían dejar de hacerme perder el tiempo? Las niñas de 17 años jamás de los ja- mases están en su mejor edad ¡Nunca! ¡Yo estoy en mi mejor edad! ¡¿Quieren competir contra mí?! Es imposible que alguien se atreva a competir contra mí, porque todxs saben, que no hay nadie más fuerte que una mujer destrozada que se levantó del suelo. A los hombres en la sala, que quizás sientan que esta noche los acosé, así fue. Básicamente, hice eso. Pero esta- mos en el teatro, les di una hora para que lo probaran. Yo lo viví toda la vida. El daño que me causaron es real y de- bilitante. Nunca prosperaré. Por esto debo dejar la comedia, porque la única manera enque puedo generar tensión y contar la verdad, es a través de la ira. Estoy enojada, y creo que estoy en todo mi derecho a estar enojada, pero lo cier- to es que no tengo derecho a esparcir ese enojo. No lo tengo. Porque el eno- jo, como la risa, puede conectar como ninguna otra cosa a un grupo de extra- ñxs. Pero la ira, aunque esté conectada con la risa, no alivia la tensión, porque la ira es la tensión. Es una tensión tóxica y contagiosa. No sirve más que para dise- minar un odio cegador, y no quiero ser parte de eso, porque creo que mi liber tad de expresión es una responsabilidad. Y que pueda considerarme víctima, no significa que mi ira sea más construc- tiva. Nunca es constructiva. La risa no es nuestro remedio. Las historias son nuestra cura. La risa es solo la miel que endulza el remedio amargo. No quiero unirlos a través de la risa ni el enojo. Solo necesitaba contar mi historia, para que la sintieran y la entendieran otrxs individuxs con mente propia. Porque les guste o no, su historia es mi historia, y mi historia es su historia. Pero ya no tengo la fuerza para ocuparme de mi historia. No quiero que el enojo defina mi historia. Lo único que les pido es que me ayuden a ocuparme de mi historia ¿Saben porque existen los girasoles? No existen porque Vincent Van Gogh sufrió. Existen porque tenía un hermano que lo amaba. En medio de todo el dolor, tenía una conexión con el mundo. Y ese es el enfoque que necesitamos darle a la his- toria. El de la conexión. Gracias” Nanette es una obra de Stand up, escrita e interpretada por la comediante australiana Hannah Gadsby (2017) En 2018, Netflix lanzó un video de la actuación de Gadsby en la Ópera de Sydney Las fotografías de Hannah Gadsby son de la web