Chubasco en Primavera N° 13 | Page 44

NANETT (FRAGMENTO) HANNAH GADSBY “(...) ¿Recuerdan la historia del hombre que casi me golpea? Fue muy gracioso. Fue muy gracioso e hice reír a muchos con su ignorancia, y la razón es porque soy muy buena haciendo mi trabajo. Sé controlar muy bien la tensión. Sé cómo equilibrarlo para que se rían en el momento correcto. Pero para poder equilibrar la tensión de esa anécdota, no pude contarla como ocurrió realmente. No pude contar la parte en que el hom- bre notó su error. Y volvió, dijo: “Ya lo entiendo, sos una tortillera, tengo per- mitido cagarte a palos”, ¡y lo hizo! Me cagó a palos y nadie lo detuvo. Y no lo denuncié a la policía ni fui a un hospital, aunque debería haberlo hecho ¿Saben por qué no lo hice? Porque pensé que valía menos que eso. Eso pasa cuando cubren de vergüenza a une niñe y le dan permiso a otre para odiar. Y eso no fue pura y simplemente homofobia. Fue una cuestión de género. Si yo hubiera sido “femenina”, eso no hubiera ocurrido. Soy una mujer incorrecta. Soy inco- rrecta. Y esa es una ofensa que merece castigo. Está tensión les pertenecer. Ya no lxs voy a ayudar más. Deben apren- der cómo se siente, porque esta tensión es la que lxs “anormales” llevan dentro todo el tiempo, porque es diferente ser peligroso. Ahora les hablo a los hombres presentes, en especial, a los blancos. En especial, a los hombres blancos y heterosexuales ¡Deberían arremangar- se! ¡Qué humillante! Una lesbiana les da consejos de moda. Ese es su último chiste. Durante toda la vida, me dijeron que odio a los hombres. Pero no los odios, de verdad que no. No odios a los hom- bres, pero...hay un problema. Ni siquiera creo que las mujeres sean mejores que los hombres. Creo que el poder puede corromper por igual a hombres y mu- jeres, ¿porque saben qué? Ustedes no tienen el monopolio de la condición hu- mana, putos arrogantes. Pero la historia es como ustedes la contaron. El poder les pertenece. Y si no toleran el criticis- mo, no soportan una broma, ni pueden lidiar con la tensión sin llegar a la violen- cia, deberían preguntarse si son capaces de estar a cargo. No odio a los hombres, pero les tengo miedo. Me da miedo ser la única mujer en una habitación llena de hombres. Si eso les parece extraño, no hablan lo suficiente con las mujeres en su vida. No odio a los hombres, pero me pregunto qué sentirían si hubiesen vivido mi vida. Porque fue un hombre el que abusó sexualmente de mí cuando era una nena, fue un hombre el que me cagó a palos cuando tenía 17 años, mi mejor edad. Fueron dos hombres los que me violaron apenas cumplí los 20 años. Díganme por qué eso está bien, ¿por qué estuvo bien que me agarraran y me hicieran eso? Hubiera sido más hu- mano que me llevaran a un descampado y me pegaran un tiro en la cabeza, si ese es el crimen de ser diferente. No les digo todo esto para hacerme la víctima. No soy una víctima. Les digo esto porque mi historia tiene valor. Mi historia tiene va- lor. Les digo porque necesito que sepan