esto que sé. Que nos quiten el poder no
destruye nuestra humanidad. Nuestra
resistencia es nuestra humanidad. Lxs
únicxs que se pierden la humanidad
son aquellxs que creen que tienen el
derecho de quitarle el poder a otro ser
humano. Ellxs son los débiles. Ceder sin
desmoronarse es una fortaleza increíble.
“Si destruyes a la mujer, destruyes el pa-
sado que ella representa”. No permitiré
que mi historia sea destruida. Me hu-
biese encantado escuchar una historia
como la mía.
No por culpa. No por reputación, no por
dinero, no por
poder. Sino, para sentirme menos sola.
Para sentirme conectada. Quiero que mi
historia se conozca, porque, irónicamen-
te, creo que Picasso tenía razón. Creo
que podríamos pintar un mundo mejor,
si aprendiéramos a verlo desde todas las
perspectivas, desde tantas perspectivas
como nos sea posible. Porque la diver-
sidad es fortaleza. Las diferencias nos
enseñan. Si tememos a las diferencias,
no aprendemos nada. El error de Picasso
fue su arrogancia. Supuso que podía re-
presentar todas las perspectivas. Nues-
tro error fue invalidar la perspectiva de
una niña de 17 años, por creer que su
potencial nunca se equipararía al de él.
La retrospección es un don, ¿podrían
dejar de hacerme perder el tiempo?
Las niñas de 17 años jamás de los ja-
mases están en su mejor edad ¡Nunca!
¡Yo estoy en mi mejor edad! ¡¿Quieren
competir contra mí?! Es imposible que
alguien se atreva a competir contra mí,
porque todxs saben, que no hay nadie
más fuerte que una mujer destrozada
que se levantó del suelo.
A los hombres en la sala, que quizás
sientan que esta noche los acosé, así
fue. Básicamente, hice eso. Pero esta-
mos en el teatro, les di una hora para
que lo probaran. Yo lo viví toda la vida.
El daño que me causaron es real y de-
bilitante. Nunca prosperaré. Por esto
debo dejar la comedia, porque la única
manera enque puedo generar tensión
y contar la verdad, es a través de la ira.
Estoy enojada, y creo que estoy en todo
mi derecho a estar enojada, pero lo cier-
to es que no tengo derecho a esparcir
ese enojo. No lo tengo. Porque el eno-
jo, como la risa, puede conectar como
ninguna otra cosa a un grupo de extra-
ñxs. Pero la ira, aunque esté conectada
con la risa, no alivia la tensión, porque la
ira es la tensión. Es una tensión tóxica y
contagiosa. No sirve más que para dise-
minar un odio cegador, y no quiero ser
parte de eso, porque creo que mi liber
tad de expresión es una responsabilidad.
Y que pueda considerarme víctima, no
significa que mi ira sea más construc-
tiva. Nunca es constructiva. La risa no
es nuestro remedio. Las historias son
nuestra cura. La risa es solo la miel que
endulza el remedio amargo. No quiero
unirlos a través de la risa ni el enojo.
Solo necesitaba contar mi historia, para
que la sintieran y la entendieran otrxs
individuxs con mente propia. Porque
les guste o no, su historia es mi historia,
y mi historia es su historia. Pero ya no
tengo la fuerza para ocuparme de mi
historia. No quiero que el enojo defina
mi historia. Lo único que les pido es que
me ayuden a ocuparme de mi historia
¿Saben porque existen los girasoles? No
existen porque Vincent Van Gogh sufrió.
Existen porque tenía un hermano que lo
amaba. En medio de todo el dolor, tenía
una conexión con el mundo. Y ese es el
enfoque que necesitamos darle a la his-
toria. El de la conexión. Gracias”
Nanette es una obra de Stand up, escrita e interpretada por la comediante australiana Hannah Gadsby
(2017)
En 2018, Netflix lanzó un video de la actuación de Gadsby en la Ópera de Sydney
Las fotografías de Hannah Gadsby son de la web