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Las mujeres con una economía apretada no
pasan por la angustia de decidir si regresan
a trabajar: tienen que hacerlo para poder
satisfacer las necesidades de ropa, cuidado y
alimento del nuevo bebé. Claro que esto no
quiere decir que estén exentas de sufrir culpa
por haber dejado a su hij@, sin embargo,
como no tienen opción se ven obligadas a
lidiar con esto de la mejor manera posible.
En cambio quienes tienen una economía que
les permite prescindir de un sueldo extra se
las ven negras porque por un lado sopesan sus
logros profesionales y por el otro, desearían
brindarle todo su tiempo al nuevo ser.
Lo ideal sería trabajar medio tiempo, pero,
desafortunadamente, todavía falta mucho
para que la cultura laboral de nuestro país
alcance ese punto intermedio.
Entre los consejos que brinda la Clínica
Mayo para las madres que desean regresar
a trabajar se incluye deshacerse de la culpa.
Los expertos de esta prestigiada institución
afirman que no hay motivos reales para
creer que estas mujeres son malas madres.
Sin embargo, esta idea está muy arraigada en
nuestro contexto y daña mucho a las madres
porque las críticas más duras las reciben de
otras mujeres.
s normal que te sientas sobrecargada por tus
obligaciones profesionales y maternas, así
que cada vez que creas que eres una pésima
madre, échale un vistazo a esto:
1. Dedícate tiempo. El secreto de las madres
que logran balancear la casa y el trabajo
es que separan tiempo para ellas. Ser una
madre que trabaja es una pesada carga que
mina las fuerzas de una manera increíble,
así que la primera que tiene que estar bien
eres tú. Los esposos y los hijos prefieren
una madre feliz que una que siempre está
de mal humor porque está agotada.
2. Tus ingresos cuentan. No importa si
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Informes
trabajas por gusto o por necesidad, como
quiera que sea tus ingresos contribuyen a
generar bienestar material para la familia,
lo que se traduce en una mejor calidad de
vida para todos y mayores oportunidades
para tus hijos. Recuerda esto cuando
sientas que la culpa te asalta.
3. Eres un ejemplo para tus hijos. El hecho de
que tú tengas tu propio dinero les brinda
valiosas lecciones a tus hijos. Los varones
aprenden que las mujeres que trabajan
hombro con hombro con su esposo son
valiosas compañeras que merecen los
mismos derechos y oportunidades. Tus
hijas descubren que una mujer que es
financieramente independiente es capaz
de exigir un matrimonio en donde impere
el respeto. Estas lecciones, les permitirán
tener matrimonios igualitarios y, por lo
tanto, armónicos.
4. No trates de ser perfecta. Las supermamás
son una especie que ya no existe, así que
si tratas de alcanzar un ideal del siglo
pasado te vas a sentir frustrada porque
la vida actual es completamente distinta.
No permitas que otras mujeres (¿tal vez
celosas de que seas independiente?)
califiquen tu calidad femenina por el grado
de orden que reine en tu casa. Una casa
limpia no necesariamente es sinónimo de
hogar.
5. Tiempo de calidad. Hay muchas mamás
que no trabajan fuera del hogar pero que
en realidad no dedican tiempo a hablar con
sus hijos. Lo que cuenta son los momentos
que te concentras en escuchar sus miedos,
sus sueños y sus esperanzas, no las horas
que pases lavando su ropa y limpiado lo
que ensucian.
¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!!
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