A todos nos gustaría que nuestros hijos fueran
grandes lectores. La realidad es que no siem-
pre sucede así. Para muchos niños leer consti-
tuye un aburrimiento o cuanto más una obliga-
ción que les quita tiempo para sus diversiones
favoritas.
¿Por qué es importante fomentar el gusto por
la lectura en los niños? Es de suma importancia
porque:
Se favorece la creatividad del niño.
Enriquece su vocabulario.
Desarrolla su expresión oral.
Desarrolla su compresión lectora.
Incrementa de forma amena y gradual su
cultura.
Ocupa cantidad de su tiempo de ocio en
una actividad formativa.
Favorece su capacidad de atención y con-
centración
Le despierta aficiones e intereses.
Agiliza su inteligencia, por eso tiene rela-
ción con su rendimiento escolar.
Hay que tener en cuenta que aunque se apren-
de a leer en la escuela, los lectores se forman
en la familia. No hay que dejar en manos del
colegio lo que es una tarea de los padres. Los
padres han de descubrir que la lectura tiene
para sus hijos la vertiente de un complejo vi-
tamínico.
No sólo por su carácter formativo sino porque
incide de forma muy positiva en el futuro de su
rendimiento académico.
El libro también es un elemento físico a través
del cual se puede establecer infinidad de vín-
culos emocionales entre padres e hijos. Acer-
carse a un hijo que lee, interesándose por la
historia que está leyendo y escuchar lo que le
cuenta es una forma de comunicación con él
y una oportunidad excelente de incidir en su
formación.
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Informes
¿Cómo fomentar esto?
El gusto por la lectura se contagia. Si su hijo
no lo ve a usted con un libro será difícil que
se contagie por la lectura.
No empeñarse en que a su hijo le guste lo
mismo que a usted. Hay que recordar que
se está forjando el gusto por la lectura, no
el gusto de papá y mamá.
A los niños hay que presentarles la lectura
como algo divertido. Leer ha de ser en todo
caso un premio, nunca imponerse como
castigo.
No hay que tratar la lectura como una tarea
escolar.
Puede ser una buena medida proponerse con
ocasión de celebraciones como cumpleaños,
Día de la Amistad, Navidad, etc., regalar a los
niños libros de acuerdo a su edad y sus gustos.
Que no nos de miedo regalar un libro. Un li-
bro que se regala, un libro que se comparte, da
mucho de que hablar.
Si enseñamos a leer a nuestros hijos con la
misma ternura con la que les enseñamos a
hablar, seguramente mejoraremos el gusto por
la lectura.
“El destino de muchos hombres depende de
tener o no una biblioteca en su hogar paterno”
Edmundo d’Amicis
203.2530 y 01 (55) 4323.2696