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retrasa en alguno de los puntos, deberá quedarse in-
completa esa tarea y comenzar sin retraso la siguien-
te. Es decir si no quiso levantarse y se retrasó con el
desayuno, pues entonces deberá irse con el desayuno
incompleto y esperar a que sea hora de su recreo para
poder comer de nuevo, pero nada de llegar tarde a la
escuela. Si por ejemplo, ha estado perdiendo el tiem-
po con las tareas, a la hora que tú hayas decidido él
deberá guardar sus útiles y ponerse a cenar, y así con
todo lo demás.
Por supuesto que esto podría parecer que es un pre-
mio en vez de un castigo, pero no lo es. El hecho de
que él se vaya con alguna de sus tareas incompletas,
no sólo se reflejará en que no le quede tiempo para
jugar, sino que tú misma agregarás algo como conse-
cuencia de sus actos. Por ejemplo, si no le dio tiem-
po de desayunar o comer, no podrá ver la tv o jugar
con su consola, tal vez retirarle la tableta o algo que
tú sepas que disfruta mucho. Si no le dio tiempo de
terminar su tarea por estar perdiendo el tiempo, en-
tonces para el día siguiente además de llevar una falta
de tarea, deberá hacer la del día que toca y además
resolver la parte atrasada.
Esto con el fin de que él mismo vaya haciendo
conciencia de que no le conviene retrasarse, y que es
mejor terminar sus labores a tiempo para poder gozar
de un rato para él, diariamente.
Si tú logras mantener esta disciplina por al menos dos
semanas, te aseguro podrás ver cambios favorables al
final de ellas, y te será mucho más fácil continuar con
esta estrategia y hacerla parte de tu vida diaria.
Hay algunas condiciones que debes cumplir para
que esto funcione y son las siguientes:
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Informes
1. No te enojes ni te desesperes; tu hijo seguramente
llorará al ver que eres inflexible con las consecuen-
cias, pero esto le envía el mensaje de que está en
sus manos y no en las tuyas el lograr un resultado
diferente.
2. No caigas en sus provocaciones; seguro te rezon-
gará, te hará caras o te volteará los ojos pero no
es momento de perder tu autoridad ni tu avance.
Recuerda que si te rebajas a su nivel, posiblemente
él saldrá castigado, pero tú perderás tu autoridad
y quedarás como un ser incapaz de controlarlo,
piénsalo dos veces y controla tu reacción. Lo que
puedes hacer al ver una de estas actitudes de tu
hijo es aumentarle la consecuencia, por ejemplo,
si me haces caras en vez de una hora sin tele, se-
rán dos horas. En vez de dos multiplicaciones más,
serán cuatro, etc. Verás que pronto comienza a
medir sus pasos.
3. Si te es más útil, no estés junto a él cuando esté
batallando con alguna tarea o labor de casa, al-
gunos chicos optan por hacerse los inútiles para
compartir contigo la carga. Levántate y ve a leer
un libro cerca para observarlo, pero no a su lado
para evitar tentaciones, y dile aquí voy a estar pero
tú sigue.
Definitivamente no es tarea fácil enseñar
responsabilidad, el error que cometemos como
mamás es empezar a hacernos cargo de sus cosas
porque es más fácil hacerlo que obligarlos a cumplir
con ellas. Pero a la larga, es una carga muy pesada
que termina como olla exprés, explotando a la menor
provocación.
01 (55) 4323.2696 y 203.2530