Viene de la pág. 20
No debemos olvidar que para hablar de ‘síndro-
me de nido vacío’ estos síntomas deben aparecer
después de que uno o varios hijos abandonen el
hogar (entre la semana y meses inmediatamente
posteriores), y no estar asociados a ningún otro
problema emocional que pudiera explicarlos me-
jor, como es el caso de un trastorno del estado de
ánimo.
Si estos síntomas del ‘síndrome del nido vacío’ se
prolongasen en el tiempo o causasen una interfe-
rencia significativa en la vida del afectado, sería
recomendable solicitar ayuda psicológica con el
fin de prevenir o tratar posibles trastornos de an-
siedad o del estado de ánimo (por ejemplo depre-
sión), que pueden ser resultado de un mal manejo
de este síndrome.
Cómo prevenir el síndrome del nido vacío.
• Las emociones negativas asociadas a este pro-
blema no tienen por qué aparecer en todas las
ocasiones ni con la misma intensidad. Estas son
algunas recomendaciones que te pueden ayu-
dar a prevenir la aparición del ‘síndrome del
nido vacío’ o reducir su impacto:
• Cuida tu relación de pareja durante toda tu vida.
Cuando nacen los hijos, las parejas dejan de ser-
lo para convertirse únicamente en padres/ma-
dres. Por ello, cuando sus hijos se marchan de
casa pierden su rol principal en la familia. Inten-
ta compensar la dedicación a tu pareja y a tus
hijos.
• Permite y acepta la autonomía de tus hijos como
personas independientes de ti; de esta manera
no sentirás la necesidad de tener que controlar
lo que hacen. Esto facilitará tu adaptación al
momento en el que se vayan de tu casa, pues
sabrás que ya pueden cuidarse solos.
• Mantén siempre activos hobbies propios o inte-
reses.
• Que tus hijos se marchen de forma progresiva, si
es posible. Por ejemplo, que empiecen por irse
solo el fin de semana, después un día también
entre semana, etcétera.
• Procurar que la marcha de tus hijos no coincida
con algún momento de duelo en la familia. Si es
así, sería aconsejable que les sugirieses que de-
moren su partida unos meses, siempre que les
sea posible.
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Informes
Cómo afrontar el síndrome del nido vacío.
• Si estás padeciendo el ‘síndrome del nido vacío’
y quieres saber cómo afrontarlo, debes com-
prender que tu actitud es fundamental para que
te puedas encontrar mejor:
o Normaliza tus emociones: debes leer informa-
ción sobre el síndrome para poder entenderlo
mejor. Esto te ayudará a no asustarte por las
sensaciones que experimentes y a no psicopa-
tologizar un hecho que, en un primer momen-
to –echar de menos al ausente–, es absoluta-
mente normal.
o Tu rol de madre o padre continúa: con inde-
pendencia de que tus hijos vivan o no en casa,
por lo que, junto a ellos, busca otra manera de
satisfacerlo que beneficie a ambas partes (por
ejemplo colaborando con las necesidades que
puedan tener en su nueva vida independien-
te, etc...).
o Busca nuevos roles o actividades en tu vida:
dedica tiempo a eso que tanto te hubiera gus-
tado hacer y has tenido que dejar de lado por
el cuidado de la familia.
o Visita a tus hijos con frecuencia y que ellos
también te visiten a ti: es bueno establecer
momentos en los que la familia se reúna de
forma periódica en el hogar. La frecuencia
puede variar en función de las necesidades y
costumbres, y de la distancia entre los domi-
cilios. Recuerda que no es tan importante la
cantidad como la calidad y el deseo de mante-
ner estos encuentros.
o Disfruta de tu relación de pareja: pueden via-
jar, salir con otras personas de su edad con las
que compartían aficiones, pueden tener acti-
vidades en común, etc...).
o Mantén el contacto con tus hijos tanto como
necesites: pero respetando también su inde-
pendencia e intimidad.
Si los síntomas no desaparecen pasado un año, si
aparecen de forma intensa y demorada (por ejem-
plo dos años después de haberse ido tus hijos), o si
te causan especial malestar, acude a un psicólogo
especializado que pueda ayudarte a afrontar me-
jor el ‘síndrome del nido vacío’.
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