Chile estallido social de octubre Noviembre N° 3 | Page 6

EL PLIEGO DEL PUEBLO El estallido social en Chile reventó el viernes 18 de octubre, una fecha que quedará marcada en la historia del país, una sublevación del pueblo sin conducción estallo cual volcán, nos cansamos reco- rrió de norte a sur del país. Solo la autoorganización del pueblo desde los territorios, impulsando las Asambleas como germen del poder popular. Esa alegría que se prometían desde la concertación de partidos políticos, formaba parte de la espe- ranza de justicia y aspiraciones de libertad y democracia. La verdad que esos ambiciosos políticos ne- gociaban a espalda con el dictador la salida pactada, dejando intacta la espuria constitución impuesta y el modelo económico de mercado. Chile enfrenta la crisis social y política más profunda desde el retorno a la democracia, una crisis que se profundiza desde abajo y que no ha tocado los grandes intereses de los grupos económicos. Hoy el pueblo después de más de 30 años de esperar este proceso, han terminado por transformar la esperanza en rabia, con la evidente distancia que se ha ido generando entre la denominada “ciuda- danía” y los “políticos”, con procesos electorales cada vez menos participativos y con movilizaciones masivas que no han implicado cambios en la vida de las y los chilenos. Las calles se han transformado en los espacios de participación democrática del pueblo. La autoconstrucción del poder del pueblo para el pueblo, impulsando una Asamblea Popular Consti- tuyente, con la participación de los trabajadores, de los estudiantes, las mujeres, la diversidad sexual, los pobladores, los pescadores, el hombre del campo, los pueblos originarios y el conjunto del pueblo organizado. Estamos hablando de la soberanía constituyente de carácter permanente y la represen- tación, que debería ser solo un mandato temporal esencialmente revocable, solo para la ejecución de la deliberación y para la generación y recreación permanente de poder político, económico, social y educacional-cultural-científica y de preservación del medio ambiente alternativo a la institucionalidad existente. Una nueva Constitución no necesariamente significa la toma del poder, se hace necesario un amplio debate ideológico y la acumulación de una fuerza social revolucionaria. La lucha del pueblo mapuche forma parte de una misma lucha, contra el modelo de dominación impe- rialista. El pueblo mapuche no será libre sin una integración recíproca de las acción social y políticas de generación de poder de los trabajadores. Desde las Asambleas Territoriales debatir el Pliego del Pueblo, recogiendo las inquietudes de los prin- cipales actores, sus demandas sociales, políticas, culturales, económicas, educacionales, de recono- cimiento de los pueblos originarios, de la diversidad sexual, de la clase trabajadora, de los derechos de las mujeres. -. ¡¡ Fuera Piñera¡¡ - ¡A levantar e impulsar una Asamblea Popular Constituyente ahora¡¡¡ - ¡Desde los territorios y poblaciones a levantar asambleas populares para elaborar el Pliego de ¡¡Chi- le, con las demandas y reivindicaciones más sentidas por todo el Pueblo!! - ¡A seguir con la protesta y levantamiento social que conduzcan a la Huelga General prolongada con desobediencia civil; para derribar al actual modelo capitalista monopólico-financiero que ha estado abusando y saqueando, por más de 30 años, ¡a la gran mayoría de los chilenos y chilenas! ¡¡Adelante con todas las fuerzas de la Historia!! Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) 6