C(h)arácter Vol 2 May-June 2013 | Page 110

C(H)ARÁCTER sujeto-Permítame presentarme, me llamo Marcus Robert, vivo a unas cuantas casas de aquí y soy doctor especializado en cirugías plásticas. -Yo soy Katherine Hegg, y le agradezco su interés, pero no tengo el dinero para pagar una cirugía, al menos no en este momento. -Pues eso no va ha ser un problema Katherine, si me permite llamarla así- la chica asintió cortésmente- Verá, yo le puedo dar un plazo para que me pague el dinero, y si no queda complacida con el trabajo, le encimaré otra cirugía totalmente gratis; quizá podría caerle bien un ligero aumento en los labios. -No lo se, me parece un poco apresurado. -Le diré qué haremos Katherine: le voy a dar dos días para que reflexione al respecto, y luego me llamará para hacerme saber su decisión, ¿Le parece bien? - Perfecto, lo estaré llamando en dos días doctor; hasta entonces. -Fue un placer charlar con usted querida, que tenga una tarde agradable. Cada uno continuó su camino; una chica fantaseando con un buen mozo doctor e imaginándose lo bella que podría llegar a ser, y un cirujano pensando en lo bella que podría convertir a una jovencita. A los dos días del encuentro, Katherine le marcó al doctor; mientras el timbre del teléfono retumbaba en sus oídos, la sangre se concentró en sus mejillas, las orejas se le calentaron, empezó a temblar un poco y su pulso aumentó velozmente. -Buenas tardes, habla con el doctor Marcus Robert, ¿con quién tengo el gusto? -¿Cómo está usted doctor?, habla con Katherine Hegg- Balbuceó la muchacha de una manera entrecortada. -Oh, señorita Katherine, qué grata sorpresa. Temía que se le olvidara llamarme; ¿cómo ha estado? -Muy bien Doct . – interrumpió atrevidamente el doctor. -Por favor, llámeme Marcus. -De acuerdo. Marcus, he pensado en su propuesta, y tras analizar muy bien mis opciones y los riesgos, decidí realizarme la cirugía. -Qué buenas noticias Katherine, son excelentes. Ahora que usted se ha decidido, necesito que me diga quién tiene el brazo, o si es el caso, la porción de piel que usted desea. Le explicaré; como es tan demorado esperar a que la persona adecuada para extraer los órganos muera, y sobre todo en un pueblo pequeño como éste; ingenié una forma para evitar esa espera y obtener órganos más frescos; yo mismo asesino a quien posee esa parte que usted gusta, y ese beneficio va por cuenta mía; usted no se tiene que preocupar por cuestiones de dinero. -Dios mío Marcus, que ingeniosa idea; aparte de buen mozo y adinerado, brillante; usted lo tiene todo- La muchacha se apenó al darse cuenta que había pensado en voz alta. -Muchas gracias Katherine, aprecio su cumplido, especialmente siendo usted una dama tan fina y decente. Pero bueno, dejando a un lado los cortejos, dígame quién va a ser la afortunada que done la piel para la cirugía. -No lo había pensado, ¿puede ser quién yo desee? -Por supuesto- Respondió Marcus. 11 0