“Nos encontramos en el momento del destino. Somos nosotros quienes conocemos por
qué vale la pena morir, vivir o, en última instancia, preservar la vida de la propia raza
humana .
El aclamado invento llamado Absorbente Genético es un intento perverso de llegar a la
perfección de una especie que en poco tiempo quedará extinta. Las personas en el
mundo entero han comprado este invento sin pensar en el futuro de sus propios
descendientes ni el de nadie más que ellos. Las personas que no tuvieron la capacidad
económica de comprar un aparato, han fallecido en la miseria máxima; algunos de ellos
han muerto en guerras con animales de un intelecto superior. Estos animales eran en
un pasado humanos que han degenerado sus herencias genéticas y las han combinado
con las de animales indefensos o con otros de su misma especie. Es por eso que el fin
de la raza humana está presente frente a nuestras caras y vivimos con la impotencia de
no poder hacer nada. Es este el momento de la destrucción, del caos y del destino de
un destino”.
Hoy escribo esto representando la raza más intelectual y más torpe, la más social y la
más rechazada, la más poderosa y la más débil, que existió cuyo camino recorrimos por
años, siglos y milenios hasta que, por su soberbia, creó una nueva naturaleza y, al
mismo tiempo, la destrucción de nosotros mismos
Incapaz de cambiar este caos tomaré ahora un revolver y con manos temblorosas
activaré el gatillo, lo que producirá un fuerte estallido. Y con mi destino cumplido se
alejan las últimas marcas del hombre sobre la tierra.
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