Después de horas de indagación, el doctor empezó a experimentar en conejillos
de Indias con la afección (contagiados por la sangre de Daniel) con diferentes
elementos, compuestos y herramientas, pero nada servía y se estaban acabando
los pobres animalillos ya que sus cuerpos se descomponía en menos de 2 horas.
Jaime los llamó para el desayuno, padre e hijo fueron al comedor de la gran
mansión y empezaron a discutir como crear la medicina. Pasó un buen rato y no
tenían idea de cómo inventarla los Tuckelberry estaban muy desesperados, ya
que él había contraído la enfermedad hace 1 semana, así que quedaba muy poco
tiempo de repente se oyó la elegante voz del mayordomo proponiendo el
Moralium como uno de los ingredientes para el fármaco. Melenio lo miró con una
cara muy enojada, le explicó muy exasperadamente que el elemento no era una
buena opción ya que él lo había descubierto hace poco y todavía no sabía los
efectos que podría causar en los humanos.
Ya había pasado una semana más y la mansión temblaba de la tristeza y el
estrés de Jaime, Melenio y Daniel. El doctor se levantaba desde las 3 am y se
dormía a las 11 pm investigando para la cura con todos los elementos en su
despacho, su hijo estaba cada vez más pálido, tenía manchas más grandes y
mas moradas. Todos estaban muy preocupados y el mayordomo volvió a insistir
con el Moralium, con lágrimas en los ojos Tuckelberry aceptó y fueron a crearla.
Pasaron unas 4 horas creándola. Esta vez la medicina era una píldora que se
tenía que tomar con algún líquido. Cuando trataron de dársela al conejillo
(previamente inyectado) este salió corriendo, así que tuvieron que perseguirlo por
toda la casa, además éste era el último animalito lo buscaron en los 1 0 cuartos
de la mansión, en las dos cocinas, en los 3 patios y en la sala de estar. Cuando
estaban a punto de rendirse, el criado vio al animal al lado de una matera junto a
la puerta del laboratorio.
El pobre estaba fatigado y su piel estaba totalmente purpura por lo que dedujeron
que los órganos de la criatura se habían empezado a desintegrar desde antes de
escapar y sólo alcanzó a llegar hasta allí ya no siendo más, el profesor le dio al
jerbo la nueva píldora a base de Moralium; el magenta empezó a desaparecer y
su ritmo cardiaco estaba en un rango normal, así que, por la emoción de haber
hallado una cura, lo dejaron irse sin antes ver si la pastilla tenía algún efecto
secundario. Rápidamente Daniel tomó la pepa y la digirió con un gran vaso de
agua; volvió a un color normal y sus manchas se desvanecieron. Después de ver
cómo su cuerpo cambiaba de color, todos se fueron a dormir, ya que eran más de
las 2 am.
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