CENTRO SENTIDO I | Page 16

Durante el transcurso del día, las personas y sus dinámicas van cambiando. En las mañanas las concentraciones de estudiantes y trabajadores van llenando las calles del centro de la ciudad. El transmilenio llega cargado de gentes a cada estación y desde la Avenida Caracas hasta la carrera 3ª, por el eje ambiental o por la calle 26, fluyen veloces. La calle 19 y la Avenida Jiménez se atiborran de autos y personas, todos corren, con sus cabellos humédos y pasos presurosos, conectados a sus audifonos, parecen no notar la ciudad que amanece a su alrededor. El sol sale y seca las huellas de la lluvia nocturna y despierta a los otros habitantes del centro que salen de improvisadas camas en los vanos de puertas clausuradas. Ahora ellos tambien se unen al euforico centro de Bogotá. Luego de este complicado ballet, se calma la ciudad y transeuntes más tranquilos se aprecian en las calles y parques, se sientan y disfrutan de la vista, observan el paisaje, escuchan los sonidos de la vida urbana. En la tarde y noche, se reanuda el segundo acto y aparecen de nuevo los actores de la mañana, los buses repletos, las caras cansadas, pero veloces y la ciudad se aleja de sus habitantes. De madrugada, no se oye ruido, algunos perros, personas que caminan, que reciclan, que comen, que despiertan a una cuidad que duerme. Quien habita el centro