Centrales nucleares y energía
Aun aquellos países que no disponen de centrales nucleoeléctricas hacen un uso indirecto
de esta energía, al proveerse de los países vecinos que tienen excedente a partir del uso
de centrales nucleares. Es el caso de Uruguay, que frecuentemente compra energía a
Argentina y Brasil.
En nuestro país se ha comenzado a debatir acerca de la conveniencia de esta opción
energética y hay consenso en que a corto plazo y por algunas décadas no será
técnicamente posible ni conveniente. El debate ha permitido que la ciudadanía se informe,
medite y se plantee la resolución de las cuestiones ya presentes en nuestra vida con
relación a las tecnologías nucleares. Por ejemplo, ¿qué destino se les da actualmente y se
les daría a los desechos nucleares en el Uruguay?, ¿es razonable renunciar en nombre de
una consigna (“ NO NUCLEAR ”) a los enormes beneficios de estas tecnologías para la medicina y
otras aplicaciones?
Por otra parte, no todos los reactores nucleares se destinan a la producción de electricidad.
Existen reactores de poca capacidad de generación de energía cuya finalidad principal es la
investigación en diversas áreas científicas y tecnológicas y la producción de radioisótopos,
los cuales se emplean en medicina con grandes beneficios. La investigación llevada a cabo
en pequeños reactores ha permitido desarrollar tecnologías de
gran aplicación en nuevos materiales, biología, medicina y medio
ambiente, entre otros.
El primer reactor nuclear fue desarrollado en el Proyecto Manhattan
durante la segunda guerra mundial, como parte de la carrera
Enrico Fermi (1901-1954) Pre-
mio Nobel de Física 1938
armamentista que permitió a Estados Unidos disponer de armas
nucleares antes que Alemania y sus aliados. El físico italoamericano
Enrico Fermi fue quien descubrió nuevos elementos radioactivos
obtenidos a partir del bombardeo de núcleos pesados con neutrones;
58