tierra suponen una fuente de energía cada vez más barata y
competitiva, e incluso más barata en muchas regiones que otras
fuentes de energía convencionales.
Pequeñas instalaciones eólicas pueden, por ejemplo,
proporcionar electricidad en regiones remotas y aisladas que
no tienen acceso a la red eléctrica, al igual que la energía
solar fotovoltaica.
La energía del viento está relacionada con el movimiento
de las masas de aire que se desplazan desde zonas de
alta presión atmosférica hacia zonas adyacentes de
menor presión, con velocidades proporcionales al
gradiente de presión.