Había una vez una feliz y joven pareja de campesinos quienes se amaban interminablemente. El esposo era un famoso Zapatero, en varias ocasiones le había mostrado su trabajo al rey.
El rey quedo fascinado así que le ofreció un lugar en el reino para que así pudiese trabajar para él y vivir junto a su esposa. El campesino, muy agradecido, acepto la propuesta y a partir de ese momento fue que comenzó a generar más dinero, se decía que él era el mejor zapatero del reino.
Mientras tanto, la esposa quien todo el tiempo se había dedicado al hogar, ya que Garret, su esposo quería darle todo. Algunas veces ella lo ayudaba en ir a comprar los materiales para los zapatos.