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La historia del comic comienza muchísimos años atrás; empieza con las antiguas culturas que representaban sus mitos con dibujos y jeroglíficos plasmados en hojas de papiro, sin olvidar que también hacían murales en los cuales contenían dibujos y textos, las bandas que rodeaban las columnas romanas, los retablos medievales y mucho antes las pinturas rupestres.

El cómic es un noveno arte que creemos que apareció a lo largo del siglo XX. Pero si es cierto que conoció su mayor desarrollo en la segunda mitad del siglo pasado y que su popularidad no ha parado de crecer desde entonces, no lo es que su nacimiento sea tan reciente. Ya en el siglo XVIII existían formas narrativas ilustradas que se aparentan al concepto moderno del cómic y, si extrapolamos la definición, podemos encontrar precursores del noveno arte desde épocas muy remotas. Aquí proponemos un recorrido histórico por los principales autores y estilos occidentales que precedieron el auge del cómic del siglo XX, a través, como siempre, del acceso en línea a la mayor parte de las obras evocadas.

Pero quizás los antecedentes más cercanos a las historietas sean las Aucas y Aleluyas, destinadas fundamentalmente a satisfacer las necesidades de instrucción

de niños y adolescentes. Estas publicaciones iniciaron en Francia en 1820 se caracterizaron por que ahí hacían pequeñas historias que se acompañaban de dibujos. En 1896 es publicada la que se reconoce como primera tira de historieta, Yellow Kid de Richard Fenton Outcault, por cuyo personaje se creó el término “periodismo amarillista” El personaje que crea es The Yellow Kid, un chino vestido con un largo camisón amarillo, de los barrios populares de Nueva York. La historia del Niño Amarillo describía la pobreza de las calles en medio de una muchedumbre anónima y cosmopolita, desagradando a la buena sociedad neoyorquina.

Sin embargo, se establece como precursor del cómic al alemán Wilhelm Busch con su obra Max und Moritz. Cabe resaltar que las primeras publicaciones estaban dirigidas generalmente al público infantil; sin embargo, una observación más detallada denota mensajes adultos como las series Little Nemo in Slumberland de Windsor McKay y Krazy Kat de George Herriman, las cuales presentan contenidos poéticos y surrealistas, siendo la obra de Herrinan igualmente importante por el

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