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Presentación

La escuela de La Arena ha sido y es el símbolo más emblemático del desarrollo personal y social de los ciudadanos areneros.

Su historia va unida al desarrollo moral, profesional, económico, social, cultural y artesanal de este pueblo raizal, creativo y con una fuerte identidad propia, desde el año 1909 cuando oficialmente fue instalada y empezó a elevar el nivel cultural de la comunidad.

En ese caminar ha evolucionado tanto en su aspecto físico, como en su misión académica.

Desde el punto de vista arquitectónico, la historia nos indica que su andar empezó instalándose en la típica casa de quincha y teja de bondadosos conciudadanos que las cedían o alquilaban, hasta dar el salto arquitectónico sin precedentes en la década de los 60, con un edificio moderno que llenó las expectativas de la educación no sólo en el corregimiento, sino también en el distrito de Chitré. Este loable esfuerzo fue el producto de un grupo de ciudadanos comandados por la emprendedora educadora Delicia Berta Quintero y el programa Alianza para el Progreso que desarrolló el gobierno de los Estados Unidos bajo el mandato del presidente John F. Kennedy.

Concretamente en 1964, inician los areneros de la época sus clases en este complejo escolar, con excelentes condiciones físicas y medioambientales, el cual ha seguido adaptándose progresivamente con el tiempo a las necesidades de espacio y de los nuevos escenarios de aprendizaje.

Hoy, este centro escolar hace un alto en sus cotidianas labores, para revisar sus historias y homenajear con actividades diversas de tipo académicas, culturales y deportivas; los cincuenta años de su gloriosa existencia, como fanal que ilumina el crecimiento intelectual de los niños y jóvenes de esta reconocida comunidad.

En ocasión de este noble reconocimiento queremos agradecer el aporte de la Comisión de Las Bodas de Oro, a los patrocinadores, y a sus esfuerzos para reivindicar y enaltecer este centro escolar que se resiste a quedar rezagado, que impulsa la formación de ciudadanos, que crece en servicios y que es la antorcha y centro de poder del conocimiento de esta comunidad.

Esperamos que este esfuerzo por hacer esta publicación quede en los hogares de la familia arenera como testimonio fehaciente para las futuras generaciones, de la grandeza y crecimiento que a lo largo de su historia ha logrado aquilatar el Centro de Educación Básica General Presidente John F. Kennedy de La Arena.

Que su lectura e imágenes renueven el recuerdo pero a la vez el espíritu de renovación e innovación continua en aras de mantener e incrementar la calidad educativa que siempre lo ha distinguido.

Gladys Ruiz

Directora.