Ceatoleí Revista Ceatoleí Nº1 - 2017 | Page 38

38 TRIATLÓN
La talentosa triatleta chilena Valentina Carvallo, informó hace varios meses atrás que no correría el 70.3 de Pucón. La noticia causó sorpresa, sin embargo el asombro pasó a dicha y felicidad cuando nos contó el por qué. Lucas venía en camino.

MAMÁ DE ELITE

V ale, con varios meses encima no tenía una“ güatita” muy prominente y a primera vista no exhibía sus seis meses de embarazo. Además, con un estilo de vida completamente marcado por el deporte, Valentina no dejó de ejercitarse, ni de entrenar con aparente normalidad, claro que siempre tomando en cuenta las indicaciones del doctor. Pasaban los meses y de pronto se comenzó a notar, pero ella nunca dejó de lado el deporte y demostró que sí se podía, desmitificando y a su vez, convirtiéndose en una súper mamá. Sin embargo, la Vale volvió a sorprender cuando anunció su inminente participación en Pucón. Pero cómo, si dijo que no correría el 70.3. Resultó que la Fundación Miradas Compartidas, una organización dedicada a los niños y jóvenes con síndrome de down, la contactó con la intención de que entrenara junto a Pablo Vásquez, un joven amante del deporte y por sobre todo, muy entusiasmado en aprender y practicar triatlón. Vale aceptó de inmediato y la carrera escogida fue la Carozzi Promotional Race de Pucón. Pero eso no fue todo. Correría junto a él. Tal carrera consta de 375 metros de natación, 10K de bicicleta y 2.5K de trote. Un desafío no menor tomando en cuenta la poca experiencia de Pablo en la disciplina y el embarazo de Vale. Sin embargo entrenaron, se prepararon, participaron y les fue muy bien. Una vez más, Valentina se salía con la suya. Su guagua ya nació y salió todo tal como debía ser. Verla ahora en esta nueva faceta no deja de enternecer, sorprender y dar esperanzas, porque la Vale es una convencida de que sí se puede compatibilizar el embarazo y la maternidad con el deporte, es más, lo comprobó.“ Tuve la suerte de que tuve unos tremendos nueve meses. El día del parto nadé y después hice PF. Estuve siempre activa y creo que eso me hizo bien a mí y a Luquitas, porque creo que le pude transmitir mi alegría de poder hacer lo que me gusta”, cuenta Carvallo. Dejó de hacer muy pocas cosas, mantuvo su estilo de vida saludable, ligado al deporte y resultó beneficioso para todo el proceso de gestación.“ Disfruté del deporte y del embarazo, como ahora lo hago de la maternidad”, agrega la orgullosa madre primeriza.“ No me ha sido difícil, si bien es verdad que se duerme de manera intermitente los primeros meses, nos hace tan felices que todo se arregla solo. Me ha llenado el corazón de amor y ha sido una tremenda alegría para nuestra familia”, recalca la Vale. Los nueve meses estuvo entrenando, dosificado, pero nunca dejó de moverse. Por lo que poco a poco ha vuelto a las pistas, a las competencias y a los entrenamientos, porque en definitiva, estamos hablando de una gran triatleta, referente de muchas mujeres, pionera en varios aspectos y por supuesto, deportista de elite. Es que tiene las ganas y la seguridad de que logrará compatibilizar la maternidad con el deporte de alto rendimiento, con el triatlón de elite.“ Quiero estar, ojalá en mi 100 %, a fin de año para así empezar todo el Ciclo Olímpico el 2018 e intentar lograr la clasificación a Tokio 2020”, entafiza. Se nota que la Vale tiene la película clara. Sus metas más próximas son volver al ruedo de las competencias, acostumbrarse a la intensidad de una carrera, ir a algún Panamericano, a la Copa del Mundo y por supuesto, participar de la próxima edición del Herbalife IRONMAN 70.3 Pucón 2018, donde confiesa“ que estaré con el corazón mucho más recargado de tener a este angelito llamado Lucas al lado mío”.