vas empresas y sectores por medio de apuestas
estratégicas, lo cual no quiere decir dejar de
lado las potencialidades y ventajas competitivas
de tener recursos naturales.
Esto nos permite concluir que en Bolivia la
falta de autodescubrimiento implica menor in-
versión y, por tanto, menor crecimiento. Esta
conclusión es avalada por The Growth Lab de la
Universidad de Harvard (2019), cuyo resultado
establece que el crecimiento entre 2025 y 2026
se situaría en torno al 3,4% dadas las condicio-
nes actuales de complejidad. Más aún, el creci-
miento proyectado bajaría a un magro 2,3% en
2027, debido a la casi nula inserción internacio-
nal en el ámbito del espacio de productos.
La constatación de que el autodescubrimien-
to es una barrera para la inversión y el creci-
miento no significa que sea en sí misma la causa
del atraso. Por el contrario, existirían factores
profundos que explican el bajo grado de com-
plejidad, como el alto grado de informalidad en
la economía, considerada una causa intermedia
de los problemas de complejidad.
De acuerdo al enfoque los principales facto-
res que determinan la informalidad serían: al-
tos impuestos, regulaciones laborales excesivas
y baja institucionalidad pública. En el caso del
primer factor, las tasas impositivas están por
debajo del promedio latinoamericano. La prin-
cipal barrera radica en el intricado y dificultoso
costo de cumplir las obligaciones tributarias,
tal como lo señala el reporte Haciendo Negocios
del Banco Mundial (2019). En lo que se refiere
a la cuestión laboral, esta es claramente una
barrera en el caso boliviano, pues la legislación
está desactualizada y obsoleta.
Los factores que explican por qué las firmas
exitosas en Bolivia son medianas o grandes tie-
nen que ver con las cargas regulatorias impues-
tas a las micro y pequeñas empresas, mismas
que constituyen un escollo para escalar a tama-
ños y mercados más grandes, que son los que
brindarían las oportunidades para crecer. En
suma, el potencial de generar ideas en un mun-
do interconectado en pleno siglo XXI está pre-
sente en los emprendedores bolivianos. Sin em-
bargo, un esquema regulatorio e institucional
del siglo pasado impide que puedan plasmarse
en negocios rentables, empleos dignos y mayor
bienestar para el país.
14
EDICIÓN 238
Mendieta destacó que a todo esto debe aña-
dirse una consideración adicional fundamen-
tal: en el entorno actual, los factores ambien-
tales tienen una importancia mayor que en
décadas pasadas. Varios países que diversifica-
ron su matriz productiva pudieron hacerlo sin
tomar en cuenta los efectos, a veces negativos,
en el medio ambiente. Hoy, es preciso llevar
adelante esa transformación tomando en cuen-
ta este crucial aspecto. Por tanto, la condición
en el país para que se presente más “autodes-
cubrimiento”, sería el resultado de descartar
aquellas ramas de actividad que muestran re-
percusiones ambientales negativas y fomentar,
más bien, las que son más amigables con el
medio ambiente. En términos prácticos, esta vi-
sión podría materializarse en políticas públicas
basadas en evidencia, que contribuirían a esta-
blecer los criterios técnicos para una discusión
adecuada y balanceada, para apoyar las inicia-
tivas de diversificación sostenible.
“Inversión extranjera que puedan venir a los
sectores en los cuales se necesita capital y fon-
dos soberanos permitiría que cuando el precio
baje nosotros no estemos pensando que la crisis
será para siempre. Sino aplicar soluciones con
una logística adecuada en la parte normativa,
pero también de tecnología y capacidades. Uno
de los problemas logísticos que hemos identifi-
cado desde Cainco, tiene que ver con cuestiones
de capacidades y recursos humanos”, concluyó
Mendieta.
CONTACTO ECONÓMICO | MARZO 2020