Los niños son extremadamente curiosos acerca del funcionamiento de las cosas y del mundo que les rodea.
Vale la pena preguntarse si esa característica ha sido suficientemente explorada. En general, los contenidos científicos para niños y adolescentes son de calidad y presentación inadecuados, no permiten el establecimiento de relaciones significativas con el entorno y no favorecen la adquisición de una visión más clara de la actividad científica, con sus ventajas y limitaciones.
Teniendo como premisa la importancia de desarrollar el interés por la ciencia en la comunidad de jóvenes, la realización de talleres experimentales puede ser un
instrumento util para la educación científica no formal. En particular, una actividad de extensión orientada específicamente al público adolescente ofrece la posibilidad de que éste asocie el carácter lúdico con la corrección del contenido. Una adecuada combinación de esos dos elementos la hace útil, tanto para la lectura individual como para ser comentada en la escuela.
La química es el estudio de las sustancias, sus propiedades y sus transformaciones. El químico conoce acerca de ellas después de muchos siglos de acumulación de observaciones sobre el comportamiento de la materia. De modo que la observación es una actividad importante para el químico y a través de mediciones cuidadosas, las observaciones pueden realizarse y sistematizarse. Y todo esto tiene lugar en el laboratorio.
Experimentos divertidos de química para jóvenes
De. Rubén D. Osorio G. y Alfonso Gómez García
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