Aún estando con ustedes los amonestábamos
así: que si alguno no quiere trabajar, que tam-
poco coma. Porque hemos oído que algunos an-
dan desordenadamente entre ustedes, sin tra-
bajar en nada, sino entrometiéndose en lo aje-
no. A los tales les ordenamos y les exhortamos
en el Maestro Yahshúa el Mashíaj que trabajen
sosegadamente y coman su propio pan. Tesalo-
niyim Bet/2 Tesalonicenses 3:10-12
La ocupación a la que se dedique un creyente reviste
especial importancia. Si elige la ocupación equivocada,
no podrá avanzar de manera positiva. Un creyente tie-
ne que darle la debida atención al asunto de elegir su
ocupación.
Después que Elohim creó al hombre, Él proveyó una
ocupación para él. Elohim les asignó a Adam y a Javá la
tarea de cuidar y mantener el huerto. Así pues, aun la
ocupación existió antes que el hombre pecara. En el
principio, la ocupación a la que estaban dedicados
Adam y Javá era la de guardar el huerto, pues ellos
cuidaban y vigilaban el huerto de Edén, el huerto que
Elohim había creado, PERO ELLOS NO TRABAJABAN LA
TIERRA. Simplemente guardaban el huerto.
Yahweh Elohim tomó al hombre y lo colocó en
el huerto de Eden para que lo sirviera y lo
atendiera. Bereshit/Génesis 2:15
Después que Adam y Javá pecaron, la tierra dejó de
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servirlos. Ellos se vieron obligados a labrar la tierra y
obtener su alimento con el sudor de sus rostros:
A Adam le dijo: "Como hiciste lo que te dijo tu
esposa y comiste del árbol del que te ordené
que no comieras, el suelo queda degradado por
tu culpa; con duro trabajo comerás de él todos
los días de tu vida: espinos y abrojos te produ-
cirá. Pero tu alimento serán las plantas del
campo; con el sudor de tu frente te ganarás el
pan, hasta que vuelvas al suelo, del que fuiste
formado. Pues polvo eres, y al polvo volverás".
Bereshit/Génesis 3:17-19
Esto nos muestra claramente que después que el hom-
bre cayó, la ocupación que Elohim dispuso para él fue
la de agricultor, de uno que labraba la tierra. El hom-
bre todavía tiene que arar la tierra con el sudor de su
rostro a fin de lograr que la tierra produzca alimentos
para él. Hasta el día de hoy, los agricultores siguen
siendo los más honestos entre los hombres. En el prin-
cipio, Elohim dispuso que el hombre labrara la tierra.
En el cuarto capítulo de Bereshit/Génesis se nos dice
que Qayin cultivaba la tierra mientras que Abel cuidaba
ovejas. Aquí se introduce la crianza del ganado ovino.
Esto nos muestra que otra ocupación aceptable para
Elohim es la pastoreo.
Después de esto, cuando los hombres comenzaron a
multiplicarse sobre la tierra, surgieron diversas clases