Marduk después corta el cuerpo de Tiamat en dos; se dice que con una mitad creó el cielo, las estrellas, la luna y el sol y que con la otra mitad creó la tierra con las escamas y piel de Tiamat y los océanos y ríos con el líquido que salía de los ojos de Tiamat. Después, Marduk mató a Kingu por liderar al ejército de Tiamat y usó su sangre para crear a los humanos, quienes serían sirvientes de los dioses.
Este mito presenta una explicación del orígen de nuestro mundo, así como del universo en el que nos encontramos para la cultura babilónica. Además de ser una forma de explicar nuestro origen, hay interpretaciones que dicen que explica el origen de la forma de gobierno de Babilonia. Esto se debe a que en otras versiones, Marduk escuchaba a una asamblea de dioses, de la misma forma en que el Rey Babilónico escuchaba al pueblo y a la asamblea de personas.