Es aquí donde aparece el papel de los
emprendedores culturales. El espíritu creador,
su potencial para el desarrollo social y la
vocación para la puesta en marcha de nuevas
ideas en un marco creativo e innovador,
constituyen elementos fundamentales a la hora
de plantear nuevos esquemas de colaboración
entre personas e instituciones.
Los emprendedores culturales suponen un
vínculo clave entre la cultura y la economía;
desafían esquemas sociales preestablecidos y
se convierten, en muchos casos, en referentes
sociales y culturales. Su potencial para
adaptarse a los nuevos entornos culturales
resulta de especial interés para responder a los
cambios sociales.
Por estas razones nuestra apuesta es promover
el espíritu emprendedor, la creatividad y la
innovación en el sector de la música, que son
valores fundamentales y que están presentes en
cada gesto y en cada sonido de esta apasionante
realidad de nuestra región.
Octavio Arbeláez - Director de Circulart
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