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180 Métodos de enseñanza • Actividades de desarrollo, en las que gradualmente se afirman las tareas, sea con mayor participación del profesor o con su guía. • Actividades de integración final de los aprendizajes, que sinte- ticen los logros y faciliten la evaluación de lo alcanzado. • Actividades de revisión del proceso seguido, estimulando que los alumnos analicen la experiencia desarrollada; ello favorecerá su capacidad para enfrentar otros aprendizajes semejantes. Finalmente, al programar las tareas, es importante consi derar el tiempo necesario para realizarlas y lograr los aprendi zajes. La secuencia antes delineada no implica que todas las actividades deban ser realizadas en el corto tiempo de una única clase. Lamentablemente, las formas de organización de la temporalidad escolar tiene límites demasiado rígidos y el proceso puede llevar varias sesiones. Pero en cualquier caso es necesario distribuir los tiempos para facilitar decisiones realistas de los profesores a la hora de conducir la enseñanza. ORGANIZAR EL AMBIENTE Y LOS RECURSOS La enseñanza no sólo requiere de los actores (profesores y estudiantes) sino también de un ambiente de enseñanza que incluye recursos, como andamios de apoyo al aprendizaje: • Soportes de comunicación y de cooperación entre los actores {guías de trabajo o de lectura, ejercicios, estudios de caso, mapas conceptuales, etcétera), • Herramientas de conocimiento (textos, diccionarios, tablas y gráficos, videos, bibliotecas, etcétera). • Materiales operativos, acordes con los contenidos que se tratan y con los objetivos que se persiguen (materiales concretos, instrumentos, computadoras, laboratorios, etcétera). La programación de la enseñanza, en forma articulada con las actividades de aprendizaje, deberá prever la facilitación de los flujos de trabajo y comunicación compartida, y el acceso a los recursos necesarios para aprender. La selección y la programación de los recursos deberán poner a los alumnos en la posibilidad de experiencias en e! manejo y la interacción con distintos lenguajes y formas de 8 Pm^^ranmción de ¡a enseñanza 181 representación de la realidad a través de diversos materiales, superando la escucha de la palabra del profesor como la única vía para aprender. Ello no sólo enriquece la diversidad de aprendizajes sino que habilita el desarrollo de capacidades de los alumnos para su desenvolvimiento permanente en la sociedad. Asimismo, se puede prever y facilitar la búsqueda independiente de los alumnos, favoreciendo la autonomía del aprendizaje. La programación no debe ser entendida como un instrumento rígido. Por el contrario, un programa es siempre una hipótesis de trabajo que debe ser puesta a prueba en la enseñanza. Sus propuestas se modifican y enriquecen a lo largo del desarrollo de las tareas, cuyos resultados son siempre abiertos e imposibles de encerrar en una programación. No obstante, programar la enseñanza es indispensable para asegurar una buena marcha de las actividades y orientar sus logros. De este modo, el programa es un instrumento de trabajo permanente de los profesores. Los programas deberán ser analizados y revisados periódi- camente, mejorándolos y modificándolos para ponerlos al día con el desarrollo del conocimiento, de las prácticas sociales y con la propia experiencia al enseñar. Es conveniente que los profesores desarrollen su propio "banco" de actividades y propuestas para enriquecer progre- sivamente el desarrollo de sus programas. Ello les permitirá producir nuevas propuestas y registrarlas en sus apuntes durante el desarrollo de la enseñanza. Finalmente, la programación no es una tarea solitaria y deberá compartirse con otros profesores para buscar en conjunto la coherencia y la complementariedad de los programas, y facilitar la continuidad de aprendizaje de los alumnos en los distintos cursos y niveles educativos.