Catalanadas Magazine Nº 44 Semana 42 Octubre 2014 | Page 14

Ahora, la lista-país. Es decir, la muerte de las ideologías, no de las ideas JUEVES WEB CATALANADAS POWER González y Guerra también ven fascismo en Cataluña JUEVES WEB ¡Qué buena idea! Francisco Homs (en la imagen), el portavoz de la Generalitat habla ahora de elecciones plebiscitarias con la presentación de una lista-país para convertir los tales comicios en el referéndum independentista prohibido. Ojo, que ayer martes la nueva ocurrencia era la consulta no oficial en los centros de la oficial Generalitat. Como eso tampoco es posible, ni tan siquiera probable, ahora resulta que se pretenden unas hasta anteayer negadas elecciones plebiscitarias a las que se presentaría una lista-país, compuestas por los partidos que apoyaban el referéndum: CIU, ERC, Izquierda Unida, CUP y un tercio del PSC. Es decir, un partido de derechas -con democristianos dentro con un partido radical-, otro comunista, otro más o menos ácrata -más bien rabioso- y un probable PSC absolutamente dividido y devaluado. Eso ya no es la muerte de las ideologías sino la muerte de las ideas. Se supone que cada una de esas orientaciones ideológicas ofrece programas contrapuestos. Bueno, pues ahora resulta que no lo son. Es decir, sería el fin del pluralismo democrático, que no deja de ser un peligro para un Occidente marcado por gobiernos de concentración y otros peligros... No fue solo Aznar. También Felipe González y Alfonso Guerra, a los que rara vez se ve juntos en un escenario desde su ruptura política, equipararon ayer el empuje del nacionalismo en la Cataluña actual con el del fascismo en la Europa de los años treinta. La paradoja es que ambos lo hicieron en un acto conmemorativo del histórico congreso de Suresnes en el que el PSOE llegó a aprobar un documento que decía lo siguiente: «La definitiva solución del problema de las nacionalidades que integran el Estado español parte indefectiblemente del pleno reconocimiento del derecho de autodeterminación». Ninguno de los dos ex-dirigentes socialistas hizo la más mínima mención a esa resolución, pero, a juzgar por sus palabras, deben considerarla un mero pecado de juventud. «Hoy algunos políticos borrachos de vanidad empujan a su comunidad a una secesión suicida bajo las presiones del nacionalismo», dijo Guerra. «Conocemos bien las experiencias de los años treinta, las técnicas de embelesar a millones de personas tras un político monumento a la vanidad y una arrogancia con un final trágico». González no le anduvo a la zaga, aunque fue más mesurado en el tono. «Es una enfermedad larvada -dijo-. De nuevo galopa el nacionalismo que fue tan destructivo en Europa»...