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VIERNES
El Vaticano se dispone a enviar un mensaje inequívoco al nacionalismo catalán en
vísperas de la convocatoria del referéndum independentista que impulsa Arturo Mas. En
Roma se da por segura la designación del arzobispo Luis Francisco Ladaria, un jesuita
mallorquín de 70 años, catalanohablante, como sustituto del cardenal Lluís Martínez Sistach al frente de la muy complicada diócesis de Barcelona y, por extensión, faro y guía de
la Tarraconense.
Ladaria es la equilibrada fórmula elegida personalmente por el Sumo Pontífice para un puesto erizado de problemas. En plena tormenta soberanista por el reto lanzado
desde la Generalitat, la sucesión de Sistach, un prelado de pálpito nacionalista y muy
próximo a Convergencia, era un paso que se ha medido con pies de plomo en el Vaticano.
Monseñor Ladaria es actualmente el secretario de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, una instancia
fundamental en el Vaticano, heredera del antiguo Santo Oficio. Nacido en manacor (Mallorca) se licenció en
Derecho en la Universidad Complutense de Madrid,
pasó por la Pontificia de Comillas y estudió Teología en
la escuela de Filosofía de Sankt Georgen y la de Frankfurt, ambas en Alemania. Goza de enorme predicamento en el Vaticano, donde ha redondeado una brillante trayectoria. Y también goza de
la simpatía y de una excelente sintonía con el Santo Padre, factor fundamental a la...
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El papa situará a un jesuita no nacionalista al
frente de la Iglesia catalana
Del Estatuto a la independencia sin
pacto fiscal
SÁBADO
El 6 de diciembre de 1978 Cataluña dio un “sí” aplastante (91% de los votos, tres
puntos más que la media nacional) a la Constitución, que instauraba el Estado de las Autonomías y la indisoluble unidad de la nación española. 36 años después de aquella votación, el Gobierno de CiU impulsa el proceso para la independencia de Cataluña con instrumentos normativos que, según los expertos, son contrarios a la Constitución.
Alfonso Guerra, ex vicepresidente del Gobierno entre 1982-1991 y uno de los políticos que participó más activamente en la elaboración de la Constitución, declaró hace
solo unos meses a EL PAÍS: “Los nacionalistas dijeron en 1978 que tenían suficiente. Fuimos ingenuos”.
23 años de paz territorial. Durante los primeros 23 años de gobierno nacionalista
en Cataluña no se registraron tensiones territoriales graves relacionadas con la reivindicación de independencia. Con Jordi Pujol al frente del Ejecutivo catalán (1980-2003) la
única presión recurrente se llamaba financiación autonómica. Las peticiones de CiU, partido cuyos votos en el Congreso de los Diputados garantizaron la estabilidad de distintos
gobiernos de PSOE o PP, provocaron en dos etapas distintas la reforma de la Ley de Financiación para mejorar los recursos de las comunidades, entre ellas Cataluña...