Catalanadas Magazine Nº 21 Semana 19 Mayo 2014 | Page 10

WEB VIERNES Un PAlacio de la Música Catalana lleno hasta el órgano recibió a Raimoncon una calurosa ovación de esas que ya emocionan desde el primer momento. Sin gritos ni proclamas, solo intensidad. El cantautor, camisa clara, pantalón gris, guitarra en mano y sonrisa reposada, respondió como es su costumbre aplaudiendo a su público. Una imagen que se repite en la ciudad de Barcelona desde hace medio siglo, un idilio que no parece que nada ni nadie vaya a romper. Un público bastante maduro y tranquilo siguió al cantautor a lo largo de más de dos horas en una propuesta más íntima que en ocasiones precedentes. Raimon, como suele ser también su costumbre, habló poco y nadie le pidió ni explicaciones ni posicionamientos. Solo en los últimos minutos de un recital denso y sosegado una numerosa parte del público se alzó de sus asientos para gritar “independencia” bajo un par de trapos que, tras el descanso, aparecieron colgadas del primer piso casi como un objeto decorativo más que nadie esgrimió. Gritos de independencia que ya habían surgi