El Estado colombiano por medio de la Fiscalía General de la Nación logró comprobar que quienes ejecutaron dicha masacre fueron las Autodefensas Unidas de Colombia, cargos por los que se condenó al extinto jefe de las AUC, Carlos Castaño Gil, a 320 meses de cárcel al extraditado jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia Salvatore Mancuso, haciéndolo responsable de los delitos de homicidio múltiple agravado, secuestro extorsivo agravado y terrorismo, además encontró que fue autor intelectual de esta masacre. El extraditado exjefe paramilitar aceptó los cargos que le imputa la Fiscalía para recibir una rebaja en la pena.