La segunda caravana partió de Esquipulas, Guatemala, el 21 de octubre, siendo conformada por casi mil hondureños. El domingo 28 de octubre, en el puente internacional fronterizo de Guatemala con México, esta intentó ingresar a la fuerza, pero fueron repelidos con gas lacrimógeno y balas de goma disparadas desde el lado mexicano por parte de la policía federal, dejando un saldo de múltiples lesionados y un muerto por contusión en la cabeza. Al día siguiente, los migrantes trataron de cruzar el río Suchiate, pero fueron impedidos por un despliegue policial en el lado mexicano, por lo que accedieron a ingresar a través de una aduana migratoria. Los mismos fueron llevados a un albergue y se registraron ante el Instituto Nacional de Migración de México, que contabilizó a 1,895 centroamericanos.
Los días posteriores la segunda caravana avanzó por el mismo recorrido que la primera, a través de Tapachula, Huixtla, Mapastepec, y Pijijiapan; siendo dirigida por Irineo Mújica, dirigente de la organización Pueblos sin Fronteras.