HABÍA UNA VEZ, HACE MUCHOS AÑOS, UNA NIÑA QUE SE LLAMABA CAPERUCITA ROJA. LA LLAMABAN ASÍ PORQUE SU MADRE LE TEJIÓ UNA CAPERUZA ROJA QUE NUNCA SE SACABA Y TODOS LOS DÍAS LA ABUELA LA IBA A VISITAR.
UN DÍA SU MADRE LE DIJO QUE TENÍA QUE DARLE UNA NOTICIA MUY TRISTE. CAPERUCITA LE PREGUNTÓ:
- ¿QUÉ PASÓ?
LA MADRE LE RESPONDIÓ QUE LA ABUELA ESTABA ENFERMA Y LE DIO UNA CANASTA CON PANQUEQUES PARA LLEVARLE A LA ABUELA. ANTES DE IRSE LE DIO UN CONSEJO:
- NO HABLES CON EXTRAÑOS Y NO TE ALEJES DEL CAMINO.
MIENTRAS TANTO, CAPERUCITA CAMINABA POR EL BOSQUE Y SE ENCONTRÓ CON UN LOBO QUE LE PREGUNTÓ:
- CAPERUCITA, ¿A DÓNDE VAS TAN TEMPRANO?
- A LA CASA DE MI ABUELITA- RESPONDIÓ LA NIÑA.
- ¿QUÉ TAL SI JUGAMOS UNA CARRERA? – PROPUSO EL LOBO.
- SIIIIIII – RESPONDIÓ LA NIETITA.