Caperucita corrió y corrió, hasta cuando se dio cuenta que había perdido el camino y el waze le mostraba que iba directo a la casa de su abuela, así que decidió llamar a la policía.
El policía, que por cierto, era un conejo muy amable, llegó rápidamente donde caperucita y la llevó en su camioneta hasta la casa de su abuela.