NOTA EDITORIAL
Las raíces etimológicas de nuestro vocablo
«economía », hundidas en la antigüedad griega, revelan una dimensión de su espectro referencial casi absolutamente extraviada en
nuestro mundo globalizado y maximalista;
hablamos de su escala micro. La « «administración de la casa», significado resultante de
la unión de οἶκος (oîkos) «casa» y νόμος (nomos) «ley», se encuentra así más del lado de
una actividad práctica que ha de enfrentar continuamente problemas y situaciones peculiares (como observara Aristóteles, parafraseado
por Agamben), que de un paradigma epistémico o un saber científico o para-científico.
nes primigenios? La cuestión, entramada en
los cimientos de la cultura moderna, supone
a la vez un entuerto de tipo ético en la medida
en que toda forma de desarrollo económico
y social produce tipos varios de modelos de
autodesarrollo individual. Así emerge, de nuevo, el impacto en la dimensión micro de fenómenos y procesos en apariencia generales
e inespecíficos. Y es que tanto la economía
como el desarrollo, las manera de interpretarlos, se instalan en un más acá de la especialización científica y práctica en tanto componentes de peso de las formas culturales más
extendidas en el contexto contemporáneo.
De otra parte, encadenada en otra constelación histórico-cultural, se encuentra la interrogante planteada por Goethe en su versión
de Fausto, la cual es en definitivas, el tema de
la obra: ¿es posible desarrollar los poderes
humanos sin recurrir a oscuras y temibles
fuerzas que escapen de todo control, llegando
a sublevarse contra sus intereses e intencio-
El presente número de Cantiere asume la economía y el desarrollo como ejes de los textos
que coloca a disposición, a sabiendas de su
importancia como parte de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) y del pensamiento teórico de Michelangelo Pistoletto como
base del desarrollo y la transformación de la
sociedad contemporánea. La promoción de
un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible; la generación de infraestructuras resilentes, el fomento de la innovación,
la reducción de las desigualdades y la creación de modalidades de producción y consumo responsables, figuran entre las metas de
la agenda 2030 suscrita por los 193 líderes de
los estados miembros de la Organización de
las Naciones Unidas. Su valor no radica solamente en la eliminación de la pobreza y la garantía de estabilidad económica para todos,
sino en su función cultural como vehículo de
ideales de vida, auténticamente humanos,
tendientes a la fundación de un nuevo género
de sentido común global.
sus efectos de multiplicación, tanto reflexiva
como prácticamente, serán el acápite a presenciar en el futuro cercano. Los textos que
ponemos a su disposición forman parte de
esa conjugación de saberes y experiencias a
menor escala que permiten desde el espíritu
crítico, la responsabilidad política y voluntad
colectiva echar a andar esa otra dimensión
del desarrollo y hacerla sostenible. Agradecemos a sus autores por esta colaboración y
esperamos sean de inspiración para provocar
nuevas investigaciones científicas en las universidades cubanas y que estas se puedan
llevar a cabo en el terreno práctico.
Sin olvidar que tenemos a disposición la cartoLas diversas reflexiones publicadas en la pre- grafía trazada en el sitio Geographies of Chansente edición intentan situarse en ese espa- ge (http://www.geographiesofchange.net)
cio conflictivo que se genera entre la voluntad
propositiva y el examen de las condiciones en
las cuales la economía entra en el juego de la
realidad. Su tributo se valoriza precisamenEl equipo editorial
te por su contacto con lo cotidiano y familiar;
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