Canfield Jack - Chocolate Caliente Para El Alma Jun. 2016 | Page 128

tuvo que ir a otra escuela. Esta escuela era aún más grande que la otra, y no había una puerta directa hasta su clase. Tenía que subir unas escaleras muy altas y caminar por un corredor hasta llegar a su aula. Y el primer día que asistió a clase, la maestra dijo: -Hoy vamos a hacer un dibujo. “¡Qué bueno!”, pensó el niño. Y esperó que la maestra le dijera qué hacer, pero la maestra no dijo nada. Sólo caminaba por el aula. Cuando llegó hasta el niño dijo: -¿No quieres hacer un dibujo? -Sí –dijo el niño. -¿Qué vamos a hacer? -No lo sé hasta que no lo hagas –dijo la maestra. -¿Cómo lo hago? –preguntó el niño. -Bueno, como quieras –dijo la maestra. -¿Y de qué color? –preguntó el niño.