CANDÁS EN LA MEMORIA numero 3 NOVIEMBRE CANDÁS EN LA MEMORIA Noviembre | Page 4
60
LOS CRÍMENES DEL CABO PEÑAS
El camión cargado de prisioneros y prisioneras salió de Candás con dirección al
Cabo Peñas en la mañana del día 2 de junio de 1938. Creemos que en el vehículo
viajaban al menos ocho mujeres y cinco hombres, todos ellos vecinos de la villa,
quienes fueron asesinados al llegar a su destino, arrojando sus cuerpos por el
acantilado. Diferentes testimonios cuentan que una de las mujeres se agarró
a un falangista, arrastrándolo con ella al vacío. Otra versión asegura que éste
resbaló y cayó y una tercera que fue asesinado por sus propios compañeros.
También se dice que el cuerpo sin vida de otra de ellas permaneció tres días
colgado de unos riscos, hasta que finalmente se soltó siguiendo el mismo ca-
mino que los de sus compañeras.
A partir de esa misma jornada en las playas, puertos y pedreros cercanos
a las localidades de Bañugues y Luanco, en el concejo de Gozón, aparecieron
numerosos cadáveres que habían sido devueltos por el mar. Como es normal
estos hechos causaron una gran conmoción entre la población local, lo que
provocó que el párroco de Luanco se desplazara a Candás para protestar enér-
gicamente ante los responsables de la Falange local.
Los pistoleros candasinos no detuvieron por ello sus matanzas, pero cam-
biaron el lugar de los crímenes y desde entonces utilizaron preferentemente el
cerro de San Antonio, loma situada sobre la villa de Candás, ya que los cuerpos
arrojados desde allí serían arrastrados por las corrientes marinas hacia el este.
Además de los de cinco hombres, en el mes de junio de 1938 los habi-
tantes de la zona encuentran los cuerpos de cuatro mujeres: una el día 2 en la
playa de Bañugues; otra el día 3, en ese mismo lugar; una tercera el día 4, en
la de “Las Botadas”, al este de la de “Llumeres” y una cuarta el día 7, en la de
“Muniello”. Aun serán hallados los cadáveres de otras dos el día 4 de julio: una
en “El Pedrero” y otra en “El Reduso”, localizaciones cercanas al Cabo Peñas
y de difícil acceso.
Los cuerpos que fueron devueltos por el mar en playas y pedreros son
recogidos por varios vecinos de la zona, que les dan sepultura como pueden.
4