CANDÁS EN LA MEMORIA numero 2 Octubre 2018 CANDÁS EN LA MEMORIA revista numero 2 Octubre 2018 | Page 11

1 AMANDO PRENDES VIÑA- 1 EL GRAN TÉCNICO Se sentía orgulloso del Premio «Picu Urriellu» concedi- do por el Centro Asturiano de Madrid. Y en su pueblo, Candás, también se le concedió la «Ma- rañuela de Oro» por toda una vida dedicada a la juven- tud candasina. Gracias a él más de una treintena de palistas del Club Los Gorilas han sido componentes de las distintas Selec- ciones Nacionales, siendo Herminio Menéndez el más destacado. Así mismo, más de medio centenar han sido Campeo- nes de España. Lo máximo, como orgullo personal, Fue haber lleva- do a una decena a lo más alto del deporte, como es ser deportista olímpico, y que su pueblo Figure como «Villa de Olímpicos», con una presencia ininterrumpida desde México-68 a Londres 2012, con el añadido de que este espíritu estará siempre presente al ser cuatro Prendes deportistas olímpicos (su hermano, dos de sus hijos y él mismo). Además tiene varias distinciones de Organismos, Fede- raciones e Instituciones. Su curriculum es el resumen de una entrega vocacional alegre para mover todos lo hilos que conlleva un Club de piragüismo como «Los Gorilas», con pocos medios y grandes éxitos en un pueblo de 6.000 habitantes. Según él mismo decía, el mayor éxito de su vida depor- tiva fue el haber cumplido día a día, durante 51 años (compaginando con más de 10 horas diarias de trabajo y la formación de 4 hijos), y la gran satisfacción interna de haber ayudado a más de 700 jóvenes a ser felices a través del deporte de la piragua, llevado paralelamente con los estudios o trabajos. «LOS GORILAS DE CANDÁS, SU PASIÓN, SU VIDA» La fundación del Club Los Gorilas Después de haber acudido en algunas ocasiones a dis- frutar como espectador del Descenso del Sella con su «pandilla» de amigos, Amando funda en el año 1960, en compañía de sus hermanos Telmo («Pipo») y Carlos, y de su amigo Manuel Lombardero, el club de piraguas «Los Gorilas». Toman el nombre de su pandilla para el club, nombre que adoptaran en su día al ser reconoci- dos por las romerías asturianas como «gorilos» por la gran corpulencia de la mayor parte de sus miembros. Convence a su padre, Amando Prendes de la Viña, para poner el dinero para la adquisición de las primeras pira- guas de lona y las palas. Su intención por aquel entonces es emular a aquellos que tanto les habían hecho disfru- tar compitiendo en el Descenso del Sella. Los primeros años de vida del club Pronto empiezan a sumarse al club, en una población pequeña, donde aquello de las piraguas era toda una no- vedad, jóvenes deseosos de hacer deporte. «Pepín» Viña, Alfredo Pantiga, «Morí» o «Pedro el de los carros» son algunos de los que integran las primeras formaciones del club. Una antigua fábrica de salazones en el muelle de Candás, propiedad de un familiar, que se la cede para guardar sus queridas piraguas, es la primera sede del club. Aquel «gimnasio» pronto pasa a ser un hervidero de campeones y Amando deja la competición para cen- trarse en las labores técnicas. Su hermano Carlos integra el equipo de piragüismo mexicano en los Juegos Olímpi- cos de México-1968. Llegan los primeros grandes éxitos A principios de los años setenta el club se proclama por primera vez «Campeón de España de Piragua-Cross». Por aquel entonces ya se encuentran entre los integran- tes del club unos jóvenes que le darían gloria en los años sucesivos. Se trata de Herminio Menéndez y Ra- món Menéndez Palmeiro («Moncho»), quienes acuden por vez primera a unos Juegos Olímpicos en Munich-72 (volverían a coincidir en 1976 donde Herminio logra su primer metal olímpico, al que sumaría dos más en Mos- cú-1980). En el año 1975 Amando simultanea su labor en el club, que se encuentra ya en lo más alto, con la colaboración con Eduardo Herrero en el Equipo Nacio- nal. Acude como responsable al Campeonato de Europa Júnior de Orbetello (Italia), teniendo entre sus pupilos a grandes piragüistas en los años venideros, como Gui- llermo del Riego, Pariente Polledo o Secundino Cuervo («Cundo»). No deja de hablarse de Los Gorilas y su animoso en- trenador Amando en todos los mentideros del deporte 11