Campeonatos PDF Lorena | Page 26

CHILE 1959 La III edición del Campeonato del Mundo mantuvo la línea de complicaciones extradeportivas que había sido habitual en las dos citas anteriores. Un personaje menos paciente y diplomático que William Jones, Secretario General de la FIBA, hubiera arrojado la toalla ante el cúmulo de incidentes que venían jalonando la trayectoria de los Mundiales de Baloncesto. No lo hizo y los excelentes resultados de ediciones recientes avalan el acierto de su decisión, pero esta tercera cita mundialista estuvo a punto de alterar su tradicional flema británica. Los problemas comenzaron desde el mismo punto de partida. Chile fue el país elegido, con lo cual el certamen se mantenía en tierras latinoamericanas, por los dirigentes de la FIBA que confiaban plenamente en que las autoridades chilenas pudieran llevar a buen puerto el gran pabellón de deportes de Santiago de Chile que acogería la fase final. En 1953 ese pabellón tenía que haber sido escenario del primer mundial en categoría femenina pero las obras no se terminaron a tiempo. Pero lo que nadie podía esperar era que cinco años después las obras siguieran inconclusas. Llegado el momento de la verdad no había recinto deportivo y los problemas de organización se acumulaban. William Jones decidió dar un plazo mayor a los organizadores. De esta forma, el campeonato que debía haber empezado en el otoño de 1958 se trasladó a enero del año siguiente. Lo cierto es que Chile había apostado fuerte; los organizadores decidieron que varias ciudades acogieran el evento, a diferencia de la sede única que había sido norma hasta entonces, pero no calcularon bien sus posibilidades y el certamen corrió un serio peligro de suspensión. Se había decidido que la fase de consolación la disputaran doce equipos repartidos en tres grupos. Antofagasta, la capital del salitre, al norte del país, Concepción, y Temuco, ambas al sur de Santiago, fueron las ciudades elegidas para albergar a los participantes en la primera fase. Los dos mejores clasificados de cada grupo pasaron a jugar la fase final en compañía de Chile que, como anfitrión quedó exento de disputar la fase de clasificación. La capital Santiago de Chile recibiría a los aspirantes a las medallas. Por último, las seis selecciones que resultaron derrotadas en la primera ronda acudieron a Valparaíso, la turística ciudad distante pocos kilómetros de la capital. Sin embargo, los aires de grandeza y las ilusiones de los organizadores no se correspondían con las verdaderas posibilidades del país. Si en Santiago de Chile no se terminó como estaba previsto el pabellón, las cosas fueron muy semejantes en el resto de las sedes: casi ninguna ciudad ofrecía un pabellón adecuado. Con el peligro de suspensión en la mente de todos, los organizadores ofrecieron a la FIBA la celebración de los partidos en los estadios de futbol de las ciudades sede. William Jones aceptó porque cualquier cosa era preferible a la suspensión y por una vez la fortuna se puso de su lado. El buen tiempo acompañó el desarrollo de la competición lo que dejó en una simple anécdota el hecho de que los partidos se jugaran al aire libre e hizo 27 FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ CAMPEONATO DEL MUNDO