Editorial
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Cien años en cien días
Cien años en cien días
Festejar los 100 años de esta escuela es recorrer un siglo de historia, un siglo en la vida de la comunidad, un proceso de cambio político y social que fraccionó y modificó los objetivos e ideario de esta institución a lo largo de su existencia.
Revisemos un poco el año de la fundación de esta escuela para ponernos en posesión de la realidad social.
1911: el presidente de la Nación era Roque Sáenz Peña. Instala su hogar en la Casa Rosada. A pesar de sus desplantes aristocráticos, por lo que fue criticado, pone en marcha su intención democrática: enviando al Congreso un proyecto para instaurar el voto secreto, universal y garantizado por la presencia de fiscales de los partidos políticos.
Surge la Libreta de Enrolamiento, documento para los varones.
Se inicia la construcción del subterráneo que unirá Plaza de Mayo con Plaza Once.
También en 1911 se inaugura el Hotel de Inmigrantes cuya construcción había empezado en 1905.. Gran parte de la inmigración italiana, después de pasar por el Hotel de Inmigrantes se afincó en La boca, sobre todo la que provenía de Génova. Descargaban barcos; trabajaban en los astilleros, promovían industrias y poblaron el pantano con sus casas sobre estacas.
Casualmente, el 24 de junio de 1911 nacieron dos personas muy importantes: Ernesto Sábato (1911-2011) escritor y Juan Manuel Fangio (1911-1995), gran piloto del automovilismo argentino.
En este contexto se inaugura esta escuela. Desde sus comienzos ha albergado a niños del lugar y otros provenientes del otro lado del Riachuelo. A partir de marzo de 1921 figura con el Nº 19 DE 4 . 1931 tiene lugar la fundación de la Asociación Cooperadora “Protección para la Niñez”. El 4 de noviembre de 1948 se bautiza a la escuela con el nombre “República de Italia” y en el año 1961se estableció que la Esc. 19 DE4 debería llamarse “República Italiana”.
Cabe destacar que nuestra escuela arraigó sus bases bajo los lineamientos de la Ley 1420, sancionada en 1884 durante el Gobierno de Julio Argentino Roca; instalada como la Primera Ley de Educación Universal, Obligatoria, Laica y Gratuita
A partir de allí y hasta la actualidad, el sistema educativo fue acomodándose según la mirada de las diferentes políticas de Estado, volcándo su énfasis desde los aspectos teóricos en cuanto a contenidos como hasta los puramente prácticos en su calidad técnica; como; también, respetuosa en su silencio, acepta ser devaluada en su función.
La Nueva Ley Nacional, sancionada en este siglo XXI, pretende mejorarla, aspirando a su calidad; aunque para ello deberá recordar reconstruir “El Contrato Social” que alguna vez sostuviera a nuestra sociedad y que sin él estaríamos en presencia de un serio problema de interferencia comunicacional entre los diferentes actores del sistema. Este Contrato del que hablo, no es ni más ni menos que el compromiso contraído entre familia – escuela por el que se visualizaba un mismo horizonte, embarcados cada uno en su función, viajaban por el camino del Trabajo, la Honradez, la Justicia, la Responsabilidad, el Honor del propio Esfuerzo y un sinfín de Valores que nos lleva a destino.
Nosotros y nuestra escuela somos el resultado de los vaivenes sociales y políticos, de la evolución, de los cambios, de las presiones. De lo que estamos convencidos los docentes es que venimos a dar lo mejor de nosotros cada día, porque más allá de las políticas de turno, está nuestra convicción que educar a estos chicos es sembrar valores , profesionales, cerebros de nuestro futuro, el futuro de una Argentina que ya no puede darse el lujo de seguir probando recetas. Las políticas de largo plazo y su sostenimiento en el tiempo serán el reaseguro de un mejoramiento en la calidad educativa y en consecuencia una mejor calidad de vida para todos sus habitantes.
Por el bien de Todos. Por la grandeza de nuestro país. Ojalá que así sea
Adriana Villada -Directora