pues para él han existido dos libros clave:“ El loco” de Gibrán y el primer poema que leyó de Octavio Paz“ Pasado en clave”.
De esta manera, ha agudizado su capacidad de observación de clientes, pues cuando llegan a preguntar por recomendaciones, hace un estudio rápido de su personalidad y es entonces cuando les muestra títulos que les podrían ser atractivos. Por otro lado, se encuentra en complemento la pasión de Ricardo por el cuidado de los libros.
Para él, es importante mantener un libro en buenas condiciones para seguir usándolo, pues más allá de ser un simple ejemplar, lo considera un acervo y como tal es invaluable.
Su manera de ver los libros le alienta a repararlos, pues la gente a veces no valora lo que tiene entre las manos, confían en que algún día habrá reediciones y por eso los rayan, sin saber que cada rayón puede perforar el papel o que la manera de agarrarlos también afloja el lomo, pues desgasta el punto al grado de deshojar un libro, y aunque algunas veces, si bien es cierto que se pueden encontrar nuevos ejemplares de un mismo título, la verdad es que en realidad se pierde el sesenta por ciento de los libros, pues nunca se vuelven a reeditar.
Así el servicio que se ofrece es artesanal, esto quiere decir, que no se sustituye nada, sino que se realiza una reparación básica, donde el libro es intervenido con pegamento espe-