jhon Alejandro Bello Caicedo
Sin apoyo,
no hay nada.
Los deportistas colombianos han dado de que hablar a nivel internacional, sus grandes actuaciones en diferentes competencias, son centro de elogios y admiración por el deportista cafetero, incluso convirtiéndose en referentes para las nuevas generaciones del deporte.
Todo esto en el entorno internacional, pero caso diferente pasa en Colombia, ¡lastimosamente! La constancia del gobierno por retribuir toda la alegría, es bastante mínima, y sale la noticia de que el Ministerio de Hacienda, mostró que el dinero que es estimado para la recreación y el deporte será reducido en un 66 %, pasando de 587 mil millones a 221 mil millones, por supuesto la polémica y la indignación no se hizo esperar, Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano, acompañado de diferentes deportistas y además medallista olímpicos en sus disciplinas, como Mariana Pajón, Yuberjén Martínez, Óscar Figueroa, Catherine Ibargüen, y uno de símbolos del fútbol colombiano como Carlos Valderrama, o simplemente el “Pibe”.
Incluso, se hizo tendencia el numeral #NoRecortenMisSueños, en redes sociales. De ninguna manera, es entendible que los recursos destinados para el deporte se reduzcan, la educación como el deporte son fuentes para cambiar una sociedad. Si verdaderamente se quiere alejar a los jóvenes de actividades delincuenciales y de los vicios que ronda en la actualidad, se debe hacer una gran inversión, la cual sea fructífera e involucre a todos los sectores de manera equitativa, y sea funcional para los futuros prospectos del deporte en Colombia.
A simple vista, se puede observar que
todos somos Colombia cuando las victorias se dan una tras otra, pero no se da la misma situación cuando los resultados son adversos.
La costumbre de los colombianos es bastante “desagradable”, sin llegar a herir susceptibilidades, pues en los grandes momentos las frases, palabras son maravillosas, una variada construcción poética que a su vez se convierten en voz de aliento para un deportista que pasa gran parte de su tiempo fuera del país, pero esta situación tiene otra cara de la moneda, donde muchos no quisieran reconocer lo que pasa, entre ese segundo ítem aparecen los insultos, una habito diario que para un un nacido en Colombia, se volvió normal. Sin conocer el proceso que hace un individuo que incursiona en el deporte, todos son críticos de lo que suceda, solo con tener acceso a un medio de comunicación, en la actualidad las redes sociales ya no son elementos que sirven para estar informado de los diferentes hechos nacionales e internacionales, se convirtieron en un arma que lanza improperios, que son realmente fuertes y a la vez absurdos, sin conocer a la persona se juzga sin un previo detenimiento, por ser personajes Público, pasa a ser víctima de una sociedad que cree sabérselas todas, pero no están cierto, porque todos pueden ingresar a una red social, pero no todos tienen la capacidad de darle el uso adecuado, por adecuado, se hace referencia a la exploración de conocimiento, estrategias que cambien la realidad personal y de paso del entorno donde habita.