ENTREVISTA
En un mercado inmobiliario cada vez más competitivo, acceder a una segunda residencia en el extranjero parecía, hasta hace poco, un lujo reservado para unos pocos.
Sin embargo, un modelo innovador aterriza en México con la promesa de transformar la forma en que las familias invierten y disfrutan de propiedades premium en Europa: la copropiedad gestionada.
La compañía española VIVLA ha elegido a México como pieza clave en su estrategia de expansión internacional, con Madrid como primer destino. Su propuesta es simple pero disruptiva: ofrecer la posibilidad de adquirir fracciones legalmente escrituradas de inmuebles exclusivos, con un esquema flexible de uso y sin las complicaciones de la gestión tradicional.
“ Nuestro modelo permite que una familia mexicana pueda ser propietaria de una segunda vivienda en barrios icónicos como Salamanca o Chamberí, con una inversión mucho menor frente a la compra completa de una propiedad”, explicó Carlos Gómez, CEO y cofundador de VIVLA.
Un modelo que reduce costos y multiplica experiencias
El esquema de copropiedad de VIVLA divide cada residencia en ocho fracciones, cada una con su propia escritura, lo que asegura certeza legal y patrimonial. A cada copropietario le corresponden seis semanas de uso al año, con una administración integral que incluye mantenimiento, limpieza y gestión del calendario de reservas a través de una plataforma digital.
“ En promedio, una segunda vivienda permanece vacía más del 80 % del año. Con VIV- LA, optimizamos la inversión y garantizamos que la propiedad esté viva, cuidada y disfrutada”, añadió.
Además, la experiencia va más allá de Madrid. Gracias a la alianza con THIRDHOME, red privada de intercambio de lujo que conecta más de 17,000 residencias en 100 países, los propietarios pueden intercambiar semanas y hospedarse en destinos como Bora Bora, Aspen, Maldivas o la Toscana. Así, la inversión se multiplica en experiencias y en posibilidades de viaje.
El respaldo de Alterna Consulting y la confianza mexicana
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