En este estilo, lo esencial sí tiene peso.
3. Materiales honestos y sostenibles El compromiso con la sostenibilidad se refleja no solo en lo que se compra, sino en cómo se fabrica. El bambú, el lino, la terracota, la piedra volcánica y la madera recuperada están en auge. También se integran textiles reciclados y muebles hechos a partir de procesos circulares.
La idea es clara: si el diseño puede ser bello y ético al mismo tiempo, debe serlo.
4. Espacios flexibles, hogares vivos Con el auge del trabajo híbrido y los nuevos hábitos de vida, los espacios multifuncionales son clave. Los comedores se transforman en estudios, las terrazas se convierten en gimnasios o jardines comestibles, y los dormitorios
BUENA VISTA 39