EL BUEN FIN 2016 :)
La corbata, pequeña
pero indispensable
Conoce el origen de esta prenda y algunas maneras
de usarla adecuadamente para lucir impecable
ÉRICK MUÑIZ
La corbata debe su origen a la bufanda,
siendo la segunda una prenda de protección contra el clima, mientras que
la primera se convirtió en un accesorio
de distinción.
Al igual que la mayoría de las prendas
de vestir, la corbata formaba parte del
uniforme militar, en este caso de los
croatas. Un pedazo de tela era colocado alrededor del cuello como símbolo
distintivo.
Con el Rey Luis XIV de Francia, en el
Siglo XVII, dejó de ser solamente de uso
militar y se convirtió en un accesorio
de lujo, conocido como “La Cravate”.
Telas como el lino, muselina y el encaje fueron de las primeras en darle
forma, pero entonces lucía más como
un moño, que era anudado de manera
extravagante al cuello.
Para el Siglo XVIII y con el surgimiento
de los dandis, la vestimenta masculina
se volvió más simple, por lo que muchas
prendas y accesorios fueron omitidos
del vestir del hombre. Traje, camisa,
chaleco y corbata perduraron.
Para inicios del Siglo XIX, la corbata
se convirtió en un símbolo de estatus.
Entre más colorida y llamativa fuera,
menor era la posición económica, de ahí
que la corbata negra con nudo simple
sea la máxima expresión de formalidad
y clase.
Oscar Wilde fortaleció el símbolo de
elegancia de la corbata al decir que es
el primer paso de formalidad al que un
hombre puede aspirar.
El nudo Windsor, uno de los más
populares creado en la década de los
años 30, debe su nombre al Duque de
Windsor, Eduardo VIII. El cual creó un
nudo lo suficientemente voluminoso
para sus corbatas.
Desde John F. Kennedy hasta David
Bowie demostraron la versatilidad de
esta prenda, dejando claro que puede
ser utilizado tanto de manera formal
como para ocasiones de fiesta.
El material obligado para la corbata
es la seda. Pero actualmente las de tejido de punto en lana y algodón se han
convertido en las favoritas de muchos.
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Periódico ABC de Monterrey
Las mejores
combinaciones
Atrévete a usar nudos poco comunes.
Actualmente también es empleada
en los looks casuales.
Si la corbata es colorida procura que
sea lisa o con pequeños patrones.
Al momento de portar un traje es
necesario agregarle accesorios
indispensables como la corbata,
sin embargo, su variedad de colores, patrones y anchos, pueden
llegar a confundir al momento de
querer armar el outfit.
Por eso aquí van tres opciones distintas para que vistas con
corbata y luzcas impecable.
* Juega con los patrones
La primera combinación se
enfoca en quitar aquel mito el
cual prohíbe cambiar patrones.
Si tienes un saco con un estampado clásico de raya diplomática o de pata de gallo, puedes
combinarlo con una corbata que
tenga un patrón asimétrico de
rayas. Eso sí, usa una camisa
blanca para que tu look no se
sature demasiado.
* Acento de color discreto
Las corbatas de colores con
pequeños patrones de modelos
son un estilo que sirve para dar
un toque de color a la vestimenta
formal. En este caso si optas por
un look monocromático en azul,
negro o gris se puede añadir un
acento de color eligiendo una
corbata en color marrón. Además dará mayor volumen a tu
outfit gracias al patrón modular.
* Apuesta a lo seguro
Si la corbata que piensas
combinar es la clásica lisa en
color oscuro, las demás prendas
(saco y camisa) deben tener
patrones discretos.