Brújula 2013 | Page 10

En el barrio dicen: “quién hereda a quién” Del 2001 al 2013, historia de escuela A menudo escuchamos hablar de costumbres, gestos, profesiones, bienes materiales e infinidad de cosas que los hijos heredan de sus padres pero nunca, o al menos yo nunca me enteré de ninguna historia que cuente todo lo que, a lo largo de su crecimiento, heredamos de nuestros hijos. Tal vez sean más de las que nos damos cuenta… Cuando los padres buscamos una escuela, no solamente buscamos un lugar donde les enseñen lengua y matemáticas o los empapen de conocimientos sobre ciencias, buscamos un lugar que de a poquito se vaya convirtiendo en “su lugar”, donde empiezan a vivir una vida sin mamá y papá. Y aquí es donde comienzo a mezclarme… cuando siento que también es “mi lugar” ¿cómo no va a ser mío también si anduve llevando y trayendo a mis hijos durante 12 años? Si trabajamos con tantas ganas para cuidar este espacio desde el principio y lo vimos crecer de la mano de los chicos, ¿Cómo no emocionarme con este último acto de fin de año? … es aquí, porque aquí es donde recuerdo los primeros encuentros culturales, las ventas de tortas, café, rifas, para juntar fondos para comprar lo que la escuela, tan recién nacida, pudiera necesitar, para que creciera, se fortaleciera y no muriera en el intento, en aquellos tiempos d onde tantos colegios cerraban. … es aquí porque descubro a esos amigos que siempre están cuando lo necesito y me llaman cuando me necesitan, esos amigos que hice a través de mis hijos, papás de otros chicos de la escuela con los que, a fuerza de cruzarnos en la vereda o a partir de la amistad de nuestros niños, fuimos construyendo nuestros propios lazos. … porque cada mañana de los últimos 12 años fue el lugar donde dejé mis mayores tesoros con la tranquilidad de saber que los iban a cuidar como yo Ya egresa mi hijo menor y Proyecto Sur deja de ser parte de nuestra rutina. Seguramente vendrán nuevas cosas por vivir y disfrutar pero este tiempo que hoy concluye fue capaz de hacer que mi familia deje un pedacito de su corazón junto a los que hicieron y hacen de esta escuela, nuestro lugar. Volveré de visita cada tanto, y con cada sonido, cada color, cada abrazo, lloverán los recuerdos de a miles, de todas estas cosas que he heredado de mis hijos. Norma Daniele Mamá de Ezequiel y Santiago Señorán