BRUJULA TEOLOGICA MARZO 2017 | Page 13

En seguida se muestra que está arrasada por causa de la “falta de justicia” (vocablo hebreo que significa el juicio legal, la sentencia, el fallo). Esto está en contra de que la pobreza es siempre la consecuencia de la flojera (ver 6:6-11). La opresión es un segundo factor que está presente en este pasaje bíblico, el acaparamiento de tierra por los que más tienen deja al campesino sin los recursos para producir aunque sea para el alimento de sostenimiento.

Soy un líder comunitario y estamos trabajando duramente con apoyar las comunidades de escasos recursos, para implementar lo que se conoce como granjas sostenibles, donde se aplica el trabajo en conjunto de todos los miembros de la comunidad para la producción de sus alimentos, dándole las herramientas para que sean más productivos. Haciendo esto evitamos la migración a las ciudades, donde llegan a vivir en hacinamiento, perjudicial para su desarrollo.

Aprovechando los recursos naturales En reconocimiento de su papel fundamental y su contribución, el lema de este año del Día Internacional de la Mujer 2017 es Habilitar a la mujer campesina. Acabar con el hambre y la pobreza.

Las mujeres rurales representan un papel fundamental en las economías tanto de los países en desarrollo como de los desarrollados, pues contribuyen al progreso agrícola, mejoran la seguridad alimentaria y ayudan a reducir los niveles de pobreza en sus comunidades.

Estas mujeres constituyen el 43% de la mano de obra en el campo, cifra que llega a ser del 70% en algunos lugares.

La desigualdad entre mujeres y hombres y el acceso limitado al crédito, la salud y la educación son las principales dificultades que afrontan las mujeres rurales. Se calcula, por ejemplo, que el 60% de las personas con hambre crónica son mujeres y niñas. La crisis alimentaria y la económica, junto con el cambio climático, no hacen más que agravar la situación.

Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si las mujeres tuvieran un acceso equitativo a los fertilizantes, las semillas y las herramientas, la cantidad de personas hambrientas en el mundo se reduciría entre 100 y 150 millones