Mateo 7:24-27 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Queda muy claro que en este pasaje el Señor no está hablando de arquitectura, sino a la forma como edificamos nuestra casa refiriéndose a la familia. El fundamento en el temor a Dios es básico para que podamos tener una familia estable, fuerte, capaz de resistir al embate del diablo, no importa por donde vengan, tu casa quedará firme porque fue fundada en el temor de Dios
Dios nos ha dado el privilegio de fundar un colegio Básico General, tenemos niños desde Pre-Kinder hasta noveno grado. Son casi diez años de fundación, lo que hemos aprendido allí nos hace reflexionar cada día. Cuando a un padre de familia se le hace saber que tiene que presentarse al colegio, por una conducta no adecuada de su hijo, por lo general, casi siempre viene molesto, hasta que se le pone en manifiesto lo que el hijo hizo. Levantan la cabeza y dicen eso no lo hace en casa, en casa se porta muy bien. Lo miro y le digo mi estimado padre de familia, su hijo pasa un 20% de su vida en el colegio el otro 80% lo pasa con usted, ¿me dice usted que el mínimo tiempo que pasa con notros es donde aprende la forma de comportarse? Además, le digo, si usted y nosotros no hablamos el mismo idioma para formar a su hijo por el buen camino, entonces usted le hace un gran daño a su hijo. Por lo general la mayoría sale agradeciendo la labor que hacemos en el colegio.