BRUJULA CIUDADANA Rutas para transitar hacia la justicia | Page 16

Brújula Ciudadana 103 14 Durante septiembre, se hizo de conocimien- to nacional la saturación e ineficacia de las instituciones forenses en estados como Ja- lisco, Veracruz y Guerrero, una realidad que antes se había presentado también en Nuevo León. Esto ha empujado a las administracio- nes locales a comprar o alquilar cajas refri- geradas para camiones como alternativa de almacenaje de cuerpos. A la par, nos cuentan la historia de fosas en Tamaulipas, Veracruz y Morelos, con restos de cuerpos y cuerpos enteros, algunos con ropa e identificaciones, que han sido abandonados ahí, a veces con la complicidad o participación directa de las autoridades. Una noticia tras otra nos hace asumirnos en un escenario trágico que aún no terminamos de dimensionar. Tragedia, no porque este sea un escenario inevitable, como si el camino del destino nos hubiera mandado por esta senda oscura sin otra alternativa. Es trágico porque las decisiones de quienes detentan cargos públicos, iniciando con la militarización de la seguridad pública en 2006, nos han traído hasta aquí. No podemos resignarnos ante esta situación en la que la decisión de una minoría nos ha sumergido, nos toca en- frentarla y salir de esta etapa de sombras. A las voces que nos llaman a encontrar en el nuevo gobierno una solución inmediata a todos los problemas, más vale escucharlas con reserva. Sin duda, el recuperar la paz de un país no puede ser una tarea encomendada a un grupo selecto de personas con la espe- ranza de que lo arreglen por nosotras de un día para otro. Esta tarea involucra procesos estructurales amplios que condenen todas las prácticas violentas y las vayan desterrando poco a poco del imaginario común mexicano. El cambio de administración federal debería evitar el típico “borrón y cuenta nueva” al que la tradición política mexicana nos remite. En el caso de las desapariciones es necesario consolidar el camino ya trazado con la aprobación de la Ley General en Ma- teria de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, así como retomar y fortalecer las buenas prácticas de gestión. De ignorar estos avances, estaremos desaprovechan- do una oportunidad para acercarnos a un escenario de paz nacional. Para asegurar la continuación y la mejora de la ruta trazada al menos dos elementos son indispensables; me refiero al fortalecimiento de la capacidad técnica de las instituciones nacionales para la búsqueda de personas desaparecidas y la correcta coordinación en la operación institucional de las unidades de investigación, de búsqueda y de atención a víctimas en México.