1) M éxico
ante la migración internacional y
T rump
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En vez de componer y reforzar el sistema de gestión migratoria y de asilo es-
tadounidense, Trump le apuesta al despliegue de fuerzas militares como ‘varita
mágica’. En el pasado, ha llegado incluso a ofrecer tropas estadounidenses
a México supuestamente para contener la ola migratoria, y en estos días ha
estado presionando a Guatemala para que acepte el envío de funcionarios
del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EUA al país chapín para
externalizar la frontera EUA-México hacia la margen sur del río Suchiate. Si
en la escuela aprendimos que dicha línea se trazaba de Tijuana-San Diego
hasta Matamoros-Brownsville, hoy sabemos que su trazo se desplazó más de
2,000 km hacia el sur, y que además el nodo de control de la migración esta-
dounidense es, en los hechos, el istmo de Tehuantepec. Trump ha preferido
tomar la vía corta infringiendo él mismo la propia legislación estadounidense.
La ley estadounidense estipula que los solicitantes de asilo en EUA deben
permanecer en territorio estadounidense para mantener el contacto con sus
abogados. Hoy los solicitantes son enviados a México, cuyas ciudades fron-
terizas del norte -en contraste extremo con las estadounidenses- presentan
muy elevados índices de inseguridad, de ‘Tijuana a Ciudad Juárez, de Ciudad
Juárez a Laredo, de Laredo a Matamoros, sin olvidar a Reynosa’ como dice
la canción ‘Chulas fronteras’.
2. La segunda mentira de Trump es que Estados Unidos sea ajeno al éxodo
centroamericano y a su incremento en meses recientes. Precisamente lo que
ha hecho EUA en las últimas décadas ha impulsado el flujo de migrantes y
solicitantes de asilo hacia el Norte. Primero llenó el istmo de armas que Ro-
nald Reagan dio a los ‘Contras’ nicaragüenses para combatir a los sandinistas,
a los gobiernos salvadoreños controlados por los militares para combatir a
los insurgentes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional FMLN y
a los gobiernos guatemaltecos para masacrar a indígenas en el altiplano. Esa
inundación de armas agudizó un problema que hoy se ha multiplicado: es
más fácil conseguir armas para matar que contar con fuentes de agua limpia
accesibles a la mayoría de la población. Asimismo, EUA ha apoyado un sis-
tema económico depredador de los recursos naturales, caracterizado, entre
otras actividades, por la minería extractiva y que beneficia a sólo un pequeño