Brújula Ciudadana 109
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Por lo tanto, no necesariamente era un hecho que Trump se saldría con la
suya en imponer los aranceles contra productos mexicanos, pero el temor
fundado llevó al gobierno mexicano a responder de inmediato con el envío
de dicha delegación.
No se resolvió el choque con Trump, la espada de
Damocles sigue sobre la cabeza de México.
El resultado fue comprar tiempo, 45 días para
ser preciso.
El gobierno ya tenía listo un Plan B para responder a la imposición de arance-
les de manera ‘quirúrgica’, apuntando exclusivamente a establecer aranceles
a productos estadounidenses originados en distritos electorales con fuerte
apoyo a Trump, y sin que esta medida afectara a consumidores mexicanos. No
llegamos a ese punto, pero se abrió un compás de espera cuyo desenlace a
mí me parece bastante previsible: un día nos amaneceremos con que Trump
dirá por enésima ocasión que México no está haciendo lo suficiente para
detener el flujo de migrantes centroamericanos y por lo tanto entrarán en
vigor lo aranceles de 5% a los productos mexicanos.
Trump es insaciable. No se puede aspirar a darle gusto, porque le das la mano y
te toma el pie. No hay una crisis de seguridad en la frontera estadounidense, ni
hay una guerra comercial entre nuestros dos países, pero vaya que el presidente
45 de Estados Unidos está resultando una pesadilla para México. La respuesta
mexicana ha fijado varios precedentes delicados:
a) ¿Una respuesta militar a un conflicto social? Trump ha logrado que México
anuncie la militarización de su frontera con Guatemala. El anuncio de que
se enviarán 6,000 efectivos de la Guardia Nacional (aún no formalmente