BRUJULA CIUDADANA Los primeros cien días de Donald Trump | Page 63
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y su incidencia regional
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mercados mundiales, la volatilidad le afec-
ta. Sin embargo, el liderazgo del presidente
chino Xi Jinping y las decisiones que tome
serán determinantes para definir el rumbo
de su país.
En el mes de abril, la postura de Trump hacia
China se suavizó con motivo de su reunión
con su homólogo chino, contrastando la re-
tórica que había usado antes de esta visita.
¿Por qué hubo este cambio de discurso por
parte de Trump y por qué el presidente Xi
aceptó reunirse con él después de que acu-
sara a China de ser la mayor amenaza de
Estados Unidos? La respuesta está en que
ambos saben que las acciones de uno pueden
afectar la imagen del otro y, además, éstas
pueden generar una gran volatilidad en el
mundo poniendo en riesgo su estatus quo
como líderes de las principales potencias
comerciales del planeta.
Entonces, ¿quién tendrá mayor impacto en el
otro? Es decir, ¿las políticas de Trump estarían
impactando las decisiones de Pekín o las ac-
ciones de Xi estarían marcando la agenda de
Washington? ¿Quién tendrá más que perder
y quién tiene mayor poder de negociación?
Conocemos la visión de cada mandatario,
por lo tanto, estas preguntas se vuelven re-
levantes, porque el impacto de Trump en
China estaría en función de la capacidad de
Pekín para negociar con el magnate. Para
esto, comentaré algunos acontecimientos
que evidencian los vaivenes de esta relación.
Una relación bilateral con muchos
vaivenes
Primeramente, cuando Trump aún no toma-
ba protesta, sostuvo una llamada telefónica
con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen,
hecho que aumentó la especulación sobre
la relación de Estados Unidos con China
y muchos lo consideraron como un direc-
to enfrentamiento a la política de una sola
China. Meses después, 20 días después de
la toma de protesta del presidente Trump,
éste se reunió con el primer ministro de
Japón, Shinzo Abe, reafirmando su alianza
ante cualquier amenaza que pudiera surgir
por parte de Pekín.
Estos acontecimientos, acompañados de
los habituales discursos, mostraban a un
Trump totalmente anti-China. Mientras
tanto, los chinos en vez de tomar la actitud
asertiva que los ha caracterizado en los
últimos años, se mostraron más bien pre-
ocupados, siendo el presidente Xi el que
más tendría que perder. En junio próximo,
se llevará a cabo el XIX Congreso Nacio-
nal del Partido Comunista de China, que
reúne a la élite más poderosa de aquel país
con más de 400 funcionarios de alto rango