BRUJULA CIUDADANA Los primeros cien días de Donald Trump | Page 63

3) T rump y su incidencia regional 61 mercados mundiales, la volatilidad le afec- ta. Sin embargo, el liderazgo del presidente chino Xi Jinping y las decisiones que tome serán determinantes para definir el rumbo de su país. En el mes de abril, la postura de Trump hacia China se suavizó con motivo de su reunión con su homólogo chino, contrastando la re- tórica que había usado antes de esta visita. ¿Por qué hubo este cambio de discurso por parte de Trump y por qué el presidente Xi aceptó reunirse con él después de que acu- sara a China de ser la mayor amenaza de Estados Unidos? La respuesta está en que ambos saben que las acciones de uno pueden afectar la imagen del otro y, además, éstas pueden generar una gran volatilidad en el mundo poniendo en riesgo su estatus quo como líderes de las principales potencias comerciales del planeta. Entonces, ¿quién tendrá mayor impacto en el otro? Es decir, ¿las políticas de Trump estarían impactando las decisiones de Pekín o las ac- ciones de Xi estarían marcando la agenda de Washington? ¿Quién tendrá más que perder y quién tiene mayor poder de negociación? Conocemos la visión de cada mandatario, por lo tanto, estas preguntas se vuelven re- levantes, porque el impacto de Trump en China estaría en función de la capacidad de Pekín para negociar con el magnate. Para esto, comentaré algunos acontecimientos que evidencian los vaivenes de esta relación. Una relación bilateral con muchos vaivenes Primeramente, cuando Trump aún no toma- ba protesta, sostuvo una llamada telefónica con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, hecho que aumentó la especulación sobre la relación de Estados Unidos con China y muchos lo consideraron como un direc- to enfrentamiento a la política de una sola China. Meses después, 20 días después de la toma de protesta del presidente Trump, éste se reunió con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, reafirmando su alianza ante cualquier amenaza que pudiera surgir por parte de Pekín. Estos acontecimientos, acompañados de los habituales discursos, mostraban a un Trump totalmente anti-China. Mientras tanto, los chinos en vez de tomar la actitud asertiva que los ha caracterizado en los últimos años, se mostraron más bien pre- ocupados, siendo el presidente Xi el que más tendría que perder. En junio próximo, se llevará a cabo el XIX Congreso Nacio- nal del Partido Comunista de China, que reúne a la élite más poderosa de aquel país con más de 400 funcionarios de alto rango