BRUJULA CIUDADANA Los primeros cien días de Donald Trump | Page 39
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y su impacto en
M éxico
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nunca en el marco de un discurso xenófobo
o racista. Tampoco hizo gala de acciones
aparatosas y sensacionalista, para que fueran
registradas por los medios e intencional-
mente provoca la reacción de los que están
a favor o en contra.
El discurso agresivo, prepotente y racista de
Trump provoca la reacción de los migrantes,
la sociedad y el gobierno. Más que la depor-
tación, es el estilo de discurso y la forma de
decir las cosas, lo que dispara el enojo y el
rechazo. Trump, un populista provocador,
articula ese discurso de manera intencional.
Quiere provocar la reacción que obtiene.
¿Por qué? La respuesta tentativa tiene mu-
chas aristas: actúa así de cara a sus electores
que todo le celebran; el discurso es más
económico y poderoso que la acción misma;
en su egolatría enfermiza goza de provocar
a los otros; marca la agenda y obliga a los
otros a reaccionar; gana presencia y se con-
solida políticamente.
Trump, a lo largo de la campaña y lo que
lleva en la presidencia, dio muestras, una y
otra vez, que para él es más importante el
hecho mediático, el escándalo, que el tema o
el problema que pretende resolver. Asumo
que va en serio su política de deportación
masiva de migrantes sin papeles que afecta de
manera particular a nuestros compatriotas.
En ese horizonte, el gobierno mexicano está
obligado a actuar dentro de Estados Unidos,
a través de nuestro sistema consular, para
proteger y apoyar a los compatriotas de
cualquier abuso de parte de las autoridades
estadunidenses. En el país debe generar con-
diciones internas, para dar una buena acogida
a los deportados.
De la misma manera el con-
jun-to de la sociedad mexicana
debe mantenerse atenta, para
reaccionar ante los abusos que
puedan cometer las autorida-
des del vecino del Norte en con-
tra de nuestros connacionales
y rechazar el discurso xenófobo
y racista del presidente Trump.
En ningún momento hay que
bajar la guardia.
Con la cabeza fría también hay que mante-
nerse informado de la aplicación de la política
migratoria del gobierno de Trump. De los
11 millones de migrantes sin papeles que
hay en Estados Unidos la mitad son mexi-
canos. Eso implica que sean deportados 5.5
millones. ¿Pasará del discurso a los hechos?
¿Deportará más migrantes que el presidente
Obama? ¿En cuánto tiempo lo hará? Hay
que dar seguimiento a los hechos más que
a los discursos.